jueves, 21 de agosto de 2014

Sobre la Festividad del 15 de agosto.

Hace unos pocos días hemos vuelto a celebrar la festividad de la Asunción de la Virgen María, con la cual, según la Iglesia Católica, manifestamos nuestra creencia de que el cuerpo y alma de la Virgen María fueron llevados al cielo después de terminar sus días en la tierra.
¿ Porqué relacionamos ésta fecha con nuestra Patrona, la Virgen de la Coronada? 
     Pues porque según se recogía en el Capítulo V del Libro de Reglas de la Hermandad, era de obligado cumplimiento el que se hiciera una fiesta a la Virgen en su ermita, con toda solemnidad, misa cantada y procesión. Además se tenía concedido Jubileo de su Santidad. Ésto tenía lugar en los primeros años de la fundación de la Hermandad, en el siglo XVIII.
Posteriormente, con la aprobación de los actuales y vigentes Estatutos de la Hermandad en el mes de mayo del año 2003, se incluyeron en su Capítulo VIII. Artículo 46.8 los actos a celebrar con motivo del Día de la Asunción de la Virgen : 

    "Se celebrarán en la ermita de Sotiel Coronada y ante la imagen de la Virgen,  actos litúrgicos, se cantarán coplas a la Virgen, se hará una ofrenda floral y se culminará el acto con el canto de la Salve.
     A continuación, todos los asistentes que lo deseen, y en presencia de algún miembro de la Junta de Gobierno, podrán acceder al camarín de la Virgen para solicitar su gracia."

En los años 2002 y 2003, se celebraron en la ermita en la mañana del 15 de agosto, actos litúrgicos, rezos y cánticos dedicados a la Santísima Virgen.
En el año 2004, con motivo de haberse celebrado el 300 aniversario de la petición al Prior de Ermitas por parte de devotos calañeses para la fundación de una Hermandad o Cofradía, se celebraron el día 14 de agosto actos en Sotiel Coronada con salida procesional por el poblado y misa de campaña donde se impuso a la sagrada imagen por parte de la Corporación Municipal la medalla de oro de la Villa. 

 En años sucesivos, y según el criterio de cada Cabildo de Hermandad y siempre coincidiendo con ese día, se han celebrado actos en la ermita de diversa índole y siempre encaminados a rememorar esa fecha por la relación que tiene con nuestra Patrona. 

   Sobre éstas celebraciones, aparte lo relatado en el Capítulo citado de los Estatutos, no hay nada de obligado cumplimiento, ni ningún acto específico que haya de ser realizado de forma similar al de años anteriores, quedando a criterio del Cabildo fijar el desarrollo de los mismos. 


CALAÑAS, 2014


  

OFICIOS QUE SE PERDERÁN. Último zapatero activo en Calañas

De todos es bien sabido que la mayoría de los oficios con los que muchas familias obtenían sus ingresos para conseguir el diario sustento en épocas no muy lejanas, poco a poco han ido desapareciendo debido sobre todo a la producción en cadena de los artículos elaborados, con el consiguiente abaratamiento del mismo, que hacía insostenible el mantenimiento de esas pequeñas industrias artesanas y familiares donde se desarrollaban tanto el oficio en sí, como su aprendizaje, que también ocupaba a jóvenes en edad temprana que más tarde lo convertirían en su medio de vida.
En Calañas, hemos tenido todo tipo de oficios activos hasta principios de la década de los sesenta y muchos de ellos databan de principios del siglo XX, como bien ha quedado reflejado en los famosos Anuarios Riera editados en Barcelona a partir de 1903 : mesoneros, sastres, zapateros, guarnicioneros, sombrereros, talabarteros, madereros, pellejeros, abaceros, herreros, taberneros, barberos, etc.  Muchos de ellos apenas si los hemos conocido activos algunos de nosotros y cada día que pasa menos referencias de ellos nos quedarán, por eso he querido con ésta entrada rendir un pequeño homenaje a esas personas, artesanos del oficio, entre las que se encontraba mi padre, en la figura de DON MARIANO FERNÁNDEZ GONZÁLEZ, último de los zapateros de Calañas. 

                    

   Aprovechando mis vacaciones de verano en el pueblo, a principios de agosto mantuve una cariñosa entrevista con Mariano, en su casa, en la Calle Del Pozo número 47, donde reside actualmente con su familia y donde en un cuarto situado al final del corral, tiene montado su banco de zapatero. Nace en el año 1933 y con pocos años inicia su aprendizaje en el oficio en La Zarza, al principio con Cristóbal Manovel y posteriormente con su tío José Expósito Delgado. Mariano trabaja en la mina, en topografía, durante 38 años, y cuando terminaba su trabajo acudía a la zapatería que montó allí. Cuando se vino a Calañas, al dejar su trabajo en la mina, montó la zapatería aquí, donde ya había varias banquillas funcionando: Mateito, Andrés Cucharilla, Paco Jaldón (el Plantao), Alejo Borrero Romero (en casa de Maquinilla), Rodrigo Romero (marido de Gorita), Rodrigo Romero (Chocolate), Alonso Jaldón Jaldón (en la calle Manefique), Pedro Juan Borrero Romero (en casa de Maquinilla), Miguel Hidalgo Alamillo (en la antigua Calle Gral. Mola 4, actual José Echegaray), Juan Romero (marido de Cándida), Pepe Cuarenta (en Juan Ramón Jiménez), Bartolomé Rico Rodríguez (en la calle El Barrio) ......y quizás algunos más de los que no he podido recabar información. Mariano también tuvo una zapatería en Sevilla, mientras estuvo haciendo la mili, en el Pabellón Moro, por la zona donde vivía un tío suyo, cerca del campo del Betis. 



 
                                                               


       
                                                                  
Mariano conserva en su taller, hormas, patrones de corte, chavetas, martillos, la banquilla con sus mil departamentos, el tacholero, el esportón con agua donde se mentían las pieles, varias leznas (huecas para pasar el cabo y macizas ), tijeras de corte, etc. 



         





Ojala, amigo Mariano vivas los años suficientes para poder trasmitir tu oficio a algún aprendiz que pudiera surgir en nuestro pueblo. Gracias por tu aportación.

CALAÑAS, 2014



   

miércoles, 18 de junio de 2014

Calañas en la Guerra de la Independencia (acciones varias)



           En el DIARIO DE MALLORCA fechado el 26 de junio de 1810, en su número 170, aparece un parte del General Don Francisco Ballesteros donde (hago un resumen) viene a decir:

que el 14 de ese mes había tenido noticias de que fuerzas enemigas muy numerosas se encontraban en el pueblo de Berrocal y que realizaban operaciones en distintos pueblos cercanos, cosa que hice comprobar, con la única intención de destruirme, por lo que al saber de su excesivo número, determiné que todos los Regimientos, a excepción de Serena y la Compañía de tiradores de Moya, marchasen a Calañas para flanquearme y no comprometerme. Dispuse los dos Cuerpos, unos 500 hombres, en parajes oportunos y aguardé así. Las luchas en la zona de Zalamea se iban sucediendo pero el terreno cedido era poco hasta llegar a la altura de El Villar. Atrayendo siempre a los Dragones y por mal camino, llegué al rio Odiel, el que crucé por un vado, llegué a Calañas y al oscurecer me desplacé a Cabezas Rubias. Ésta retirada, ordenada, fue para salvar la división, que era triplicada en número por el enemigo.” 



           En la GACETA DE AYAMONTE fechada el 18 de julio de 1810, en su número 1, hacen una exposición general de la situación por medio de la Junta Militar, para verificar el alcance de la invasión francesa. En ésta Junta, se acuerda publicar una Gaceta cuyo objetivo principal sea dar a los pueblos libres y cautivos, las noticias ciertas sobre nuestros ejércitos, sus movimientos y acciones militares, sin faltar a la verdad. En ésta Gaceta, aparece un parte del General Jefe del Ejército del Condado, don Francisco de Copons, a la Junta Militar, donde informa: 

“que encontrándose en la costa de Moguer reconociéndola, recibió el aviso de que 9000 hombres con quince piezas de montaña atacaban al General Don Francisco Ballesteros, quien iba en retirada en dirección a Portugal y que el enemigo, no pudiéndolo alcanzar se dirigía por la Sierra para tomar su espalda, habiendo llegado a Calañas y Cabezas Rubias.”


Éstos relatos, quizás algo confusos y no demasiado explícitos, solo quieren demostrar que en esas fechas, los franceses estuvieron en el pueblo de Calañas, como así aparece en el Diario de Mallorca y la Gaceta de Ayamonte. 

                 En el DIARIO DE OPERACIONES DE LA DIVISIÓN DEL CONDADO DE NIEBLA, que mandó el Mariscal de Campo Don Francisco de Copons y Navia, desde el día 14 de abril de 1810 que tomó el mando hasta el 24 de enero de 1811, el Capitán Don José Ibáñez, ingeniero voluntario y encargado del diario de dicha división, menciona en muchas de sus fases al pueblo de Calañas, bien por hallarse en él las tropas invasoras o del paso por el mismo de los ejércitos propios o su asentamiento temporal.

              Don Pedro Ortiz Guerrero, en su MANUSCRITO, hace un breve relato del paso de las tropas francesas por Calañas. Dice que entraron en el pueblo el Sábado Santo de 1810, saqueando todas las casas que pudieron, volaron las Capitulares con la pólvora que allí encontraron, haciendo en veinticuatro horas grandes destrozos y llevándose todo lo que cogieron a su paso, entre ellos tres copones y formas consagradas. La colaboración económica del pueblo fue de 218.000 reales de vellón, dieron 156 mozos más de lo que le correspondía en los repartimientos de sus cupo hechos por la capital. Se dieron caballos, mulas, mantas, costales, paños, y todos los granos del Pósito y la Cilla, más de cincuenta cerdos, tocino, etc. para el mantenimiento de los ejércitos.
El día 3 de julio de 1811, se tuvo un segundo saqueo por tropas enemigas, llevándose 120 mulas cargadas de todo lo que encontraron y todo el ganado que había. En aquella fecha se aportaron otros 310.000 reales de vellón para ayudar a la guerra.    

miércoles, 28 de mayo de 2014

DON PELAYO PÉREZ CORREA

Don Paio Péres Correia (Pelayo Pérez Correa), nació en 1205, en Monte de Fralaes, Concejo de Barcelos (Portugal) y falleció en 1275 en Uclés (Cuenca), y tiempo despúes, sus restos fueron trasladados por mandato de los Reyes Católicos al Monasterio de Tentudía (Calera de León, Provincia de Badajoz) que según se dice había sido fundado  por él mismo y en cuyo muro izquierdo del altar mayor hay un sepulcro con la inscripción  " Aquí iace el gran maestre de Santiago Pelai Pérez Correa " en carácteres góticos.  En el siglo XVIII sus restos sufrieron un nuevo traslado, ahora a Tavira (Portugal) a la Iglesia de Santa María del Castillo. 
              El motivo de traer a éste blog la historia de éste personaje no es otro que conocer algo de su vida, ya que se dice que el lugar de Calañas fue conquistado en el siglo XIII a los árabes por el Gran Maestre de la Orden de Santiago por el Capítulo de Mérida y al servicio de Alfonso X de Castilla, por Don Pelayo Pérez Correa. 
 
              Fue un personaje aureolado por lances, hechos y hazañas extraordinarias, merecedor de renombre y fama inmortal tanto por su diestro uso de la espada, como por su prudencia y sabiduría. Miembro de una ilustre familia portuguesa, siendo muy joven se trasladó a Castilla para ingresar como caballero en la Orden de Santiago. Hombre muy devoto y temeroso de Dios a la usanza de la época, fue elegido maestre de la Orden monástico-militar de Santiago en 1242. Con él la Orden conoció su máximo esplendor.

Su capacidad de entrega y su prestigio militar le hizo ser requerido por los reyes de Castilla y Portugal, de modo que entre los dirigentes políticos y militares que acompañaban a Fernando III en la conquista de Sevilla se encontraba el maestre de Santiago.  

Uno de los mayores logros de su carrera militar aconteció  precisamente en la toma de Sevilla entre otras cosas porque su influencia hizo decidir al rey poner cerco a la ciudad para poder conquistarla. 


El primer escenario de su acción en el Alentejo portugués, donde conquistó Mértola. Desciende luego hasta Ayamonte y corta así las posesiones árabes del sur en dos. 

En el año 1242 se hace en Mérida Gran Maestre de la Orden de Santiago, sucediendo a Rodrigo Íñiguez y pasó entonces a estar al servicio de Fernando III de Castilla y de su hijo, el futuro  Alfonso X el Sabio. Uno de los mayores logros de su carrera militar aconteció en la  Reconquista de Sevilla, donde toma la Fortaleza de San Juan de Aznalfarache.

En 1240,  fue sucedido por Gonzalo Ruiz Girón en el maestrazgo de la Orden de Santiago. 
En su vida aparecen algunos hechos anecdóticos que relataremos brevemente:
 - Durante el sitio a Sevilla cuenta la leyenda que 270 caballeros con su maestre a la cabeza, se adentraron demasiado en la sierra y les cogió la noche sin haber logrado derrotar completamente a los enemigos. Por mediación de sus oraciones y súplicas pidió a la Virgen que les diera unas horas más de sol y así  tener  tiempo de ganar la batalla trabada con los musulmanes en la actual zona de Llerena. Imploró a la Virgen gritando: ¡Santa María, detén tu día!. La Virgen Santa María le escuchó y mandó detener el curso del día, el sol se paró en el horizonte hasta que consiguieron vencer y expulsar a los moros de aquellas montañas.

En recuerdo de éste y otros hechos milagrosos, se fundará luego el monasterio de Santa María de Tentudía que aún da testimonio del suceso.

- También recoge la tradición otro suceso milagroso del que fue protagonista Pelayo  Pérez Correa durante el sitio a Sevilla conseguidos por la fuerza de su fe: el del llamado “Manantial de la Amistad”. Según la leyenda, estando el maestre recobrándose de una herida de flecha enemiga, al no tener agua el campamento en pleno verano sevillano, pasó una sed espantosa, mitigada por la intervención del moro Omar, un médico musulmán que cuidó y curó al maestre. Cuando por fin D. Pelayo se sintió completamente sano, agradeció los cuidados de Omar y le nombró caballero personal, manteniendo una verdadera amistad. No obstante, esta amistad no era bien vista por algunos y  al poco Omar fue asesinado por unos soldados.

Ante su tumba, clavó su espada en tierra y de la brecha brotó un manantial inagotable que aún hoy existe (en la zona de Bellavista). El manantial abasteció sobradamente las necesidades del ejército de Fernando III, pudiendo tener agua durante los meses de asedio a Sevilla sin ninguna escasez.

Si meritoria fue la colaboración de don Pelayo y de la Orden de Santiago con el rey Fernando en la conquista de los territorios andaluces, no menos valiosa lo fue para el sucesor, Alfonso X, quien otorgó a  su Orden de caballería, cartas y privilegios varios.




CALAÑAS, 2014