Al igual que en otras poblaciones del Arzobispado de Sevilla, en las afueras de los núcleos urbanos y coincidentes con sus caminos se encontraban – a modo de fielatos espirituales – las ermitas dedicadas a la advocación de San Sebastián. De éstas características eran las que se encontraban en Huelva, Valverde o Calañas.
La dedicada a la advocación de San Sebastián Mártir y San Roque Confesor (De los Santos Mártires) data de 1.675 y se encuentra situada en el camino que venía de Sevilla a través de Valverde y La Coronada, interrumpido en 1.886 con el trazado del ferrocarril Zafra-Huelva.
En una Visita realizada a la villa de Calañas el día 8 de abril de 1681, el Sr. Visitador en el apartado correspondiente a las "Hermitas" dice los siguiente:
" Hay en dicha villa y su término las Hermitas siguientes: Al canto del camino de Sevilla está una de S.Sebastián y S.Roque de una nave toda enmaderada con torre, campanilla y puerta y un altar con ara y los Stos en el de escultura y de presente no necesita de reparos; no tiene más renta que la limosna de los fieles. Cuida de ella el capitán Juan (?) Arrayás y son ermitaños Alfonso (?) y María Lomera, su mujer, personas ancianas y de buena vida."
En 1.728 era relacionada por el Visitador del Arzobispado como una de las cinco ermitas existentes en Calañas.
En 1.777, Domingo de Chaves la tiene en cuenta como referencia de los caminos que había que hacer en los alrededores de Calañas: “.... desde las ermitas de los Santos Mártires San Sebastián y San Roque hasta la Cabeza del Toro que hai media legua se ha de allanar todo el camino y se han de formar tres alcantarillas....”.
En 1.807, el notario eclesiástico de la localidad redacta en acta lo siguiente: “..... reconocer y elegir el sitio más cómodo por todo el ejido de ésta villa, y después de haberlo visto, convinieron sus mercedes, con dicho maestro, elegir para cementerio y enterramiento el sitio que llaman del Santo, pegado a la Ermita de San Sebastián, cuya ermita puede servir de capilla..........”.
Ermita de los Santos Mártires (enero-2009)
En 1.808 , los entonces alcaldes, D. Pedro Romero Santos y Don Juan Díaz Romero, le envían al cura más antiguo del lugar, Don Diego José Roldán, la siguiente comunicación:”.......decimos que por lo respectivo al sitio destinado y demarcado detrás de la Ermita de San Sebastián y San Roque, no hay el más leve inconveniente en que en dicho sitio sea donde deba hacerse..........”.
En 1.857 y debido a la grandísima invernada de 1.855, se cayeron un testero y parte de los lados, y se pide licencia al Gobernador del Arzobispado por parte del cura Don Juan Mendoza y Santana para que pueda ser bendecida una vez que los vecinos hayan efectuado a su costa las reparaciones.
En 1884, el 26 de diciembre, el sacerdote don Bartolomé Barranco, vuelve a pedir licencia para su reparación.
A partir de 1894, fue utilizada como Capilla de la Plaza de Toros local.
En 1.912 se hace un informe sobre la ruina de la Ermita situada en las afueras y como a unos cien pasos de la población, en la que se daba culto a San Sebastián Mártir y a San Roque Confesor, diciendo que hace muchos años tiene la techumbre en mal estado, según me dicen a causa del abandono de la autoridad, permitiendo las pedreas de los muchachos en aquel ejido, la búsqueda de nidos y el subirse en su tejado hasta hombres para presenciar las corridas de toros, pues el edificio es muy bajo y fácil de subirse y está en un sitio que domina la plaza de toros. Hace tres años ya se puso tan mal techo que resolvieron los Sres Curas trasladar a la Parroquia las imágenes de los Santos Mártires antes de la venida a ésta de nuestro Eminente Prelado. Desde entonces quedó abandonada por completo.
En 1.913, el Licenciado Don José González Marín, da cuenta de la finalización de las reparaciones, el día 6 de marzo y solicita licencia para su bendición, manifestando que: “ el pueblo espera con impaciencia el momento en que la Stma Virgen de Coronada, Patrona de ésta Villa, entre en ella según tradicional costumbre al venir solemnemente en Procesión de su capilla de Sotiel, la Pascua de Resurrección para su solemne novena.”
El día 5 de junio de 1.920, siendo cura párroco el Licenciado Don José González Marín se produjo el último enterramiento en ese cementerio, y fue el del vecino Don Bartolomé Vélez, apodado “El Militar”.
El 20 de enero de 1.940, se acuerda: “...como más conveniente, en virtud de lo costosa que sería su reparación, el derribo del saliente llamado Sacristía de la antigua Ermita de los Santos Mártires, hoy deposito de materiales del Ayuntamiento...”
Desde el año 2016, se llevan a cabo por el Ayuntamiento, dentro del Plan de Empleo Municipal, obras de rehabilitación y adecuación para ser utilizada como Sala Velatorio.
El día 18 de mayo del año 2018 tuvo lugar la inauguración de dicha Sala Velatorio, bautizada con el nombre de "Sala Velatorio Virgen de la Soledad".
CALAÑAS 2024
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