viernes, 25 de mayo de 2018

REFLEXIONES DEL AUTOR

A veces, en el desarrollo del día a día de nuestra vida, ocurren hechos que no nos son favorables al presentarse de forma diferente a cómo habíamos pensado que podían llevarse a cabo. Los diferentes prismas desde los que pueden ofrecerse la solución o no a unos planteamientos determinan el grado de satisfacción o, caso contrario, de frustración, y en función a ese resultado actuamos de una u otra manera. Si somos personas plenamente formadas, lo normal es que, aun habiendo obtenido un resultado negativo al plateamiento inicial de la proposición, reaccionemos con mesura y comprensión y no con pataletas propias de personas incultas y de poco raciocinio.
Las trayectorias de las personas, de los grupos, de los pueblos, etc. están marcadas y definidas por su historia, conocida y manifestada a lo largo de su existencia y en la que sin lugar a dudas habrán tenido altibajos, pero que con constancia y trabajo habrán superado, obteniendo así el beneplácito de quienes les rodean.
Nadie de forma particular debe considerarse con el derecho a intervenir en la política de comportamientos y toma de decisiones que sólo y únicamente corresponde a cada individuo o grupo de forma privativa. Si alguien lo hace y además lo efectúa de manera ingrata, sembrando la cizaña e inquina a su alrededor, probablemente engañe a algunos, pero lo más seguro es que sólo obtenga de las personas sensatas su desaprobación y repulsa.  

CALAÑAS, 2018

jueves, 17 de mayo de 2018

Los tamborileros en las Fiestas de la Virgen


La figura del tamborilero en nuestras Fiestas patronales, ha sido, es y será una pieza fundamental e imprescindible. El toque rítmico del tambor y las dulces melodías de la flauta han alegrado idas y venidas de nuestra Patrona por los caminos y calles de Calañas. Es el primer toque que llega a nuestros oídos en las postrimerías del Sábado de Gloria. Después, al alba, ese mismo toque nos avisa del comienzo de las Fiestas Patronales.

Decía nuestro paisano Don Manuel Sánchez Pérez (q.d.e.) en uno de sus artículos, el titulado "El Tamborilero" que se publicó en la revista de la Virgen del año 2006 y que dedicó "a los tamborileros de la Virgen de la Coronada", que la historia del tamborilero se remonta a la Edad Media y se relaciona con el mundo pastoril. Éste oficio, en la mayoría de los casos, se transmite de padres a hijos que se traspasan unos saberes tradicionales. La combinación flauta-tambor era empleada en Europa en actuaciones ambulantes, torneos y acontecimientos vinculados a la nobleza. En época de Carlos V, su figura era considerada como Maestro de Danzas y Bailes en las Cortes, alcanzando una posición relevante entre los servidores. La flauta de tres agujeros estuvo en manos de juglares desde el siglo XIII como pudimos ver en Las Cántigas de Santa María.

En Calañas, podemos decir que desde que tenemos uso de razón conocemos la figura del tamborilero como inseparable de las Fiestas de la Virgen de la Coronada (Póstula, Sábado de Gloria, Mañana de Gracia, Traída, Procesión y Llevada).

El tamborilero de El Cerro de Andévalo, era un fijo entre la década de los 40,50 y 60 , participando también en la Magna Diocesana de 1954 además de los días clásicos de fiestas antes citados.

Por ser uno de los que más años acompañó a nuestra Patrona y deleitara con sus toques a los calañeses durante varias décadas, he recabado alguna información sobre él (me la ha facilitado Pepe Rico, amigo de El Cerro) para que, aunque sea casi cincuenta años después, tengamos alguna noción de quien era "El tamborilero de El Cerro".

Se llamaba JUAN FERNÁNDEZ VELARDO, hijo de Manuel el tamborilero, y pasó sus últimos años viviendo en Moncada (Barcelona) con su hijo Lorenzo. Su gran ilusión era venirse a El Cerro, pero su enfermedad se lo impidió. El tamboril que tantas veces paseó por nuestro pueblo, lo donó a la Hermandad de San Benito para que siempre estuviera en su pueblo.

Contaba su hijo, que un año, yendo al Rocío con la Hermandad de Valverde del Camino, a los entonces príncipes de España, Don Juan Carlos y Doña Sofía, les tocó la Salve Rociera, siendo felicitado por ellos y le invitaron a "una copita". 



Foto de la Procesión en los años 40



Romería año 1953

Año 1954. Magna Procesión Diocesana




Romería año 1962, donde acompañaba al tamborilero de El Cerro un tamborilero que era de Silos (según leemos en el tambor y del que me acuerdo) y ocurrió siendo Hermano Mayor Don Andrés Caballero Gómez.




Corresponde la foto a la Romería del año 1964, siendo Hermano Mayor Don Martín Delcán Romero.

La fotografía siguiente, que corresponde a la misma Hermandad en su segundo año de mandato, podemos observar que el tamborilero es otro diferente al del año anterior. 






Ésta foto corresponde a la entrada de la Hermandad en Calañas en el año 1980, siendo Hermano Mayor de la misma Don José María de Soto Caballero, donde apreciamos el acompañamiento de dos tamborileros de los que desconozco su procedencia.

En los años sucesivos se fueron alternado con tamborileros de distintos lugares  y que siempre iban acompañados de Don Pedro Romero Crespo "El Tigre de Calañas" de los que inserto algunas fotos sacadas de los vídeos de fiestas grabados por Don José Hidalgo Galán, que tan buenos recuerdos nos han traído.

 Año 1981. Hermano Mayor: José Mª de Soto Caballero







Año 1983. Hermano Mayor: Román Gómez Hidalgo 


En el año 1987, siendo Hermano Mayor Don Juan Manuel Hidalgo Borrero, se contrata con primera vez a Carmelo Jiménez Gil, contrato que duró los dos años que quedaban de mandato a Juan Manuel, 1987 y 1988. 






El año siguiente, 1989, con el primer año de mandato de Don Manuel Sánchez Díaz, se contrata a unos nuevos tamborileros que continuaron los años 1990, 1991 y 1992, años que duró su andadura como Hermano Mayor.


Año 1990


Año 1991


Año 1992

En 1993, se trae por primera vez, siendo Hermano Mayor Don Bartolomé Cabezas Calero, a CARMELO Y JOSÉ MARÍA JIMENEZ GIL, completando sus tres años de Cabildo, 1993, 1994 y 1995. 




Éstos tamborileros, amigos y devotos de nuestra Patrona, han estado acompañando con sus sones a la Romería durante TREINTA Y UN AÑOS, que se dice muy pronto, pero que ha sido un verdadero logro, ya que hay que ser muy buen profesional para mantener la confianza de todas las Hermandades que durante ese período han pasado.




Éstos hermanos, Carmelo, José María y Cele, alternando con nosotros según las necesidades, han compartido caminos, póstulas, pregones, traídas, procesiones y llevadas con el pueblo de Calañas en general y llevándose la amistad y cariño de muchas personas en particular.



Año 1997. Hermano Mayor Doña Juana Mª Sánchez Martín


Año 1999. Hermano Mayor Don José Borrero Chaparro




En el año 2003, se trajeron unos tamborileros de Huelva, por imposibilidad de asistir alguno de los tres hermanos a Calañas. 



Año 2004.Póstula. Hermano Mayor Don Cristóbal Llanes Baquero



Año 2007.Hermano Mayor Don Bartolomé García Juanino



Año 2010. Hermana Mayor Doña María Dolores Vélez Lugardo



José María y Cele. Año 2011



Año 2013. Pregón. Hermana Mayor Doña María Dolores Sánchez Delcán



Año 2015. Alba de la Mañana de Gracia




Año 2016. Debido a que José María había sufrido un infarto de miocardio, sería Cele quien acompañaría a Carmelo durante todas las Fiestas.



Año 2017. Hermano Mayor Don Miguel Hidalgo Brito.


En el año 2017, me contaba Carmelo, que hubiera sido deseo de José María poder acompañar de nuevo a nuestra Patrona y disfrutar con todos los amigos calañeses sus días grandes, pero las circunstancias hicieron que no fuera posible. Ese año, los días que Carmelo no podía venir, se contrató a un nuevo tamborilero, de Huevar, El Pérez, que también ha repetido todos los días de éste año 2018.




¿Ha sido definitivamente la despedida de "nuestros" tamborileros de siempre? Personalmente pienso, que aunque hablamos de contratos puntuales, en éste caso hablamos de algo más que una mera transacción comercial.


CALAÑAS, 2018



miércoles, 9 de mayo de 2018

La cementación de las Viñas del Odiel

De una publicación que encontré un día en la red, firmada por "Dúo Compota" transcribo el siguiente artículo sobre la Cementación de las Viñas del Odiel:

La extracción de mineral en Sotiel, entre 1905 y 1911, fue masiva y exportada a Inglaterra. Desde 1911 los minerales de Sotiel fueron desviados casi por completo, junto con los del Tinto y Santa Rosa, a la cementación de Las Viñas. Allí formaron una montaña de un millón de Tm de pirita lavada que precisó para el riego de esta formidable montaña la construcción del embalse de El Calabazar, con capacidad de 2.380.000 metros cúbicos. 


  

  Ejemplo único por su extensión y por su sobrecogedora belleza, el fantasmagórico paisaje de la “Cementación de las Viñas”, este importante y extenso complejo minero ocupaba una superficie de 23.4 Ha. en la margen derecha del Río Odiel, aguas arriba del Puente sobre el Río Odiel, de la carretera entre Valverde y Calañas, a su paso por Sotiel Coronada.





  El enclave minero, cuya importancia dimanaba de la extensión y la cantidad de pirita allí tratada, constituía hasta hace bien poco tiempo, el mayor y mejor ejemplo de los conservados en la provincia de Huelva del sistema de producción de cobre conocido como cementación. Por este método se aprovecha el cobre contenido en aguas enriquecidas en este elemento haciéndolas pasar a través de unos largos canales, de suave pendiente, que se llenaban de chatarra de hierro. 



  

El agua, rica en sulfato de cobre, al ponerse en contacto con el óxido de hierro intercambia un elemento por otro quedando libre unas delgadas escamas de cobre, que sobrenadaban en la superficie de dónde eran recogidas y eliminándose el agua que ya solamente contenía sulfatos de hierro. Semejante espectáculo ha sido destruido y sepultado para siempre mediante un descomunal movimiento de tierras que ha dado al traste, una vez más, de forma tan dolorosa con una pieza muy importante del patrimonio minero y paisajístico de la provincia de Huelva que tantos atentados ha sufrido en sus entrañas. 


CALAÑAS, 2018

viernes, 4 de mayo de 2018

A la memoria de José Romero "Chocolate"

¿Quién habrá doblado las campanas por ti, amigo José, para decirnos esa tarde del pasado día dos que "Chocolate" había muerto?




En multitud de ocasiones he tenido el placer de nombrarte en artículos en los que me he referido a las campanas de la torre de Calañas o a temas relacionados con el edificio de la Iglesia y también cuando he necesitado de tus servicios como "sacristán" si hemos tenido que hacer uso del templo en horas inusuales.

Siempre obtuve una respuesta afirmativa y una señal de aquiescencia a lo solicitado. Eras, amigo José, una buena y servicial persona.
 

Como le decías a Cremades en el programa "Éste es mi Pueblo", desde los cinco años te arrimabas al sacristán de la época para que te enseñara los toques de las campanas y su significado, movido por tu pasión por el oficio y sin saber que algún día serías EL CAMPANERO DEL PUEBLO, para poner tu alma en los toques y




vibrar agarrado a las cuerdas de las campanas para anunciar alegrías o para avisar de algún acontecimiento.  ¿Cuántas veces habrás tenido que subir esos 83 escalones que hay para llegar al campanario de la torre? 
Me hago la misma pregunta que se hacía Don Francisco de Soto Caballero en su artículo de 2014 "Cuando el repiquetear de campanas": ...¿quien cultivará el arte de repicar cuando éste repiqueteador nos falte? porque repiquetear las campanas de la torre de Calañas no es fácil. No puede hacerse de forma mecánica o por volteo, en Calañas tiene que ser como lo hacía José: campana gorda esquilón cascado, campana reloj esquilón bueno, empezando el concierto los dos a la vez (campanas y esquilones).

Descansa en paz amigo José. Al menos yo, te echaré de menos.

CALAÑAS, 2018