martes, 14 de abril de 2020

El Condado de Niebla y Calañas

El Condado de Huelva estaba formado por la unión de una serie de territorios que se desarrollaron de forma independiente: El Antiguo Condado de Niebla, el Campo de Tejada (dependía de Sevilla) y dos señoríos independientes que eran Moguer y La Palma del Condado.

 Los documentos que sirven como partida de nacimiento a Niebla son muy escasos. Desde 1.239, los castillos de Alhajar y Ayamonte estuvieron en poder de la Orden de Santiago, pasando a Castilla a partir del acuerdo con Portugal de 1.253 y es posible que Alfonso X, en los años siguientes, asentara ya algunos pobladores.  En 1248, Fernando III toma Sevilla y cinco años después el Rey Sabio fija el alfoz de la ciudad (término rural geográfico que pertenece al concejo de la villa). Era tan extenso que sus límites occidentales estaban en el Guadiana y, por el Norte, se extendían hasta el Ardila (afluente del Guadiana, cerca de Calera de León). Comprendía Cortegana, Almonaster, Zufre, Aracena, Aroche, Sotiel, Tejada y El Cerro. El documento no nombra, lógicamente, ni a Zalamea ni a Calañas, entonces simples lugares, ni tampoco a Facanías, una venta en un cruce de caminos. Sin embargo, la mención de Sotiel revela la importancia del cenobio (monasterio o convento donde viven en comunidad religiosos) como santuario mariano ya en aquellas épocas. Se deduce que, siendo pioneros en la reconquista del suroccidente peninsular los portugueses, toda la comarca que cruza el curso medio del Odiel estuvo sometida a constantes incursiones bélicas de uno y otro bando pues los límites aún no estaban definidos. Una vez finalizada por Alfonso X el Sabio la conquista del sudoeste español, se seleccionaron como cabeceras de comarca, cuatro poblaciones de la provincia de Huelva: Ayamonte, Gibraleón, Huelva y Niebla.
 
En 1.251 ya aparecen en los documentos – por primera vez – de lo que se conoce hasta el presente, nombres de los lugares del territorio. En el documento de concesión a Sevilla – por parte de Fernando III – del Fuero de Toledo, se citan, entre los territorios donados a la ciudad de Sevilla, El Andévalo y Sotiel.

 Pero la génesis del futuro Condado de Niebla no comenzaría hasta 1262 con la repoblación y organización del antiguo Reino de Taifa, año en que Alfonso X organizó el Concejo Iliplense y deslinda su término quedando formado por las poblaciones de Beas, Rociana del Condado, Trigueros, Bonares, Villarrasa, Lucena del Puerto, Calañas, Paymogo, Portichuelo y Andévalo. Ese mismo año, Alfonso X, dio a la villa Carta Puebla (documento en que un soberano fija las condiciones a que han de sujetarse los habitantes de un lugar, sobre todo para favorecer su repoblación) y el título de Muy Leal, privilegio confirmado más tarde por Enrique II cuando se crea el Condado de Niebla. Estos datos aparecen en copias de documentos que se conservan en el Archivo General de Simancas, Sección de Hacienda.

         En 1279, la villa de Almonaster y “el logar que dicen Calamea” pasan a formar parte de los bienes de la mitra arzobispal mediante trueque por Cazalla. Y el 1283, los territorios del antiguo reino de Niebla, entre los que se incluye ya Calañas, Huelva y otros del Concejo de Sevilla, son cedidos por Alfonso X a Doña Beatriz, su hija natural y reina de Portugal. En la segunda mitad del Siglo XIV, Calañas y Facanías pasan al poder de los Guzmanes.

       En 1.369, Don Juan Alonso Pérez de Guzmán, Señor de Sanlúcar de Barrameda, e hijo de don Alonso Pérez de Guzmán el Bueno que había tomado partido por Enrique de Trastamara en la anterior guerra civil, se había casado con Doña Beatriz, hija del Rey Don Enrique II, y recibiendo como dote y en Título de Condado, la villa de Niebla y la totalidad de sus tierras, Trigueros, Bonares, Rociana y todo el Campo de Andévalo, en detrimento de los Caballeros de Niebla que habitaban aquellos lugares, que se vieron obligados a emigrar a otras tierras por no querer sufrir ser vasallos de ningún señor que no fuese el Rey de Castilla.
     La donación de Niebla a Don Juan Alonso Pérez de Guzmán, venía acompañada del título de Condal, y la anexión de un gran señorío jurisdiccional integrado por bastantes aldeas, entre las que se encontraba Calañas. Como los restantes lugares del condado, eran gobernados por un cabildo, formado por dos alcaldes pedáneos, cuatro regidores y un síndico procurador, todos sometidos al corregidor de Niebla. El duque de Medina Sidonia percibía las rentas, y participaba en los diezmos eclesiásticos. 


Concesión NIebla a Don Juan Alonso de Guzman

           En 1.435, en el documento del Memorial del Pleito que sobre la propiedad del Campo de Andévalo sostuvieron la ciudad de Sevilla y el Conde de Niebla, se dice que es enviado el Licenciado Gonzalo Rodríguez de Aullón por el Rey Juan II para deslindar el territorio y se dice lo siguiente:
“dentro de los límites de éste campo de andebalo posee oy el duque de medina y su villa de niebla el castillo de la peña alhajeque que es alfaía de la peña y en el término de él esta poblada la alcaría de Juan Pérez que aora se llama La puebla de guzmán con la dehessa de la cubica y posee más el castillo de sotiel (en el Cerro de la Castillejita) en cuío termino esta el lugar de calañas con su castillo (en el Morante) y dehessas y alcarías”.

El miércoles 22 de noviembre de 1.435 se reúnen junto a varios testigos del lugar el licenciado Ayllón y el escribano Fernán García en la Cabeza de Andévalo para deslindar las tierras inmediatas que desde allí se divisaban, y a las preguntas del Licenciado, los testigos manifestaron: “.. que las tierras que el dicho señor conde e su mandado toman de las que allí se parecían del dicho campo de andebalo son desde dos caveÇas que parecían a la mano izquierda mirando el home hacia donde se parecía el agua de la mar que dicen que se llaman caveÇas de dos hermanas (actual Morante) que son cerca de la alcaria pinta...” Es seguro que se trata de los picos que hoy constituyen el Morante y que estaban cerca de la Alcaria Pinta que también estaba en la limitación de Calañas, ya que ambas están a la mano izquierda mirando desde el Cabezo de Andévalo con frente al sur, tal como se describe.

Con la concesión de cartas-puebla  (privilegios y ventajas que se otorgaban por los señores a quienes se instalaban en sus términos) durante la segunda mitad del siglo XV, se produjo un cambio sustancial ya que las casas nobiliarias llevaron a cabo de éste modo una política de atracción de efectivos humanos a sus jurisdicciones con el fin de explotar sus tierras. Éstos proyectos de repoblación y expansión hicieron que en el siglo XVIII el Condado de Niebla llegara a extenderse a lo largo de las comarcas de la Campiña, el Andévalo y la Costa, llegando a estar integrado por 21 localidades, a saber : El Almendro. Almonte, Bollullos, Beas. Aljaraque, Alosno, Calañas, Bonares, Cabezas Rubias, Villarrasa, San Juan del Puerto, Huelva, Niebla, Lucena del Puerto, Rociana del Condado, La Puebla de Guzmán, Paymogo, Villanueva de las Cruces, Santa Bárbara, Valverde del Camino y Trigueros.  


A lo largo del siglo XVI el lugar de Calañas aparece nombrado en numerosas descripciones de territorios, en Ordenanzas, testamentos, etc.   

      En 1.504,  en las Ordenanzas dadas por el duque de Medina Sidonia y conde de Niebla para la gobernación de sus estados señoriales y que fueron aplicadas en una treintena de poblaciones con una extensión de unos 600o Km2, en la Ordenanza número 4, que habla de los alcaldes, fortalezas y su representación, se dice: “Otro sí, porque es menester para las dichas fortalezas y sus reparos cal y teja y ladrillo, mando que todo el diezmo que oviere en toda mi tierra sea para las dichas fortalezas... A la fortaleza de Calañas ha de dar el mismo lugar y Villanueva de las Cruces.”

         En 1.503 y 1.534, los padrones de riqueza vecinal nos dicen que en Calañas había 146 vecinos (1503) y 245 vecinos (1534). 

         En 1.517 aparece la Descripción y Cosmografía de España, de Hernando Colón, en la que está relacionada Calañas: “Çalamea e fasta Calañas ay tres leguas de sierra morena agra por algunas partes e a dos leguas primeras pasamos el dicho rrio odiel...e fasta facanyas ay cinco leguas de sierra e de portezuelos e fasta calañas ay cinco leguas de syerras e van por facanias cinco leguas..”

         En 1.549, (Ladero Quesada, 1992) se habla del sorprendente aumento del vecindario del Campo de Andévalo, lo que indica que la actividad ganadera creaba riqueza y trabajo: la Puebla de Guzmán y Calañas eran las localidades principales, y su crecimiento continuaba en 1.549 (361 y 282 respectivamente).

         Desde 1.564 a a 1.594 aparecen multitud de datos relativos al lugar de Calañas, bien en legajos del Archivo Municipal de la Villa o en Protocolos Notariales o testamentos privados.

A finales del siglo XVII, el Condado de Niebla inicia un período de decadencia auspiciado por el descenso de la población, los cambios políticos y sociales y el sentimiento de independencia de las aldeas que la formaban. Con la aprobación de la Constitución de 1812 se inicia un cambio en las mentalidades de la época y en la administración del Estado se dan pasos hacia la descentralización y la organización de los municipios y provincias. Con el reinado de Fernando VII se deroga al Constitución y todo vuelve a ser como antes, disolviendo los Ayuntamientos y restableciendo todo el sistema anterior a la misma. Con su muerte en 1833, se crea un estado centralizado dividido en 49 provincias, entre ellas la de Huelva. A partir de ahí, Niebla inicia su propio rumbo como municipio, al igual que sus antiguas aldeas, aunque a pesar del cambio, perviven numerosos elementos identitarios reflejados en elementos del patrimonio histórico y documental. 
CALAÑAS 2020
32 Días desde que empezó el estado de alarma por el coronavirus.
 


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