miércoles, 20 de junio de 2018

Sobre las coronas de la Virgen de la Coronada y el Niño.



Según obra en el Legajo 136 del Archivo Municipal de Calañas, en el mes de junio de 1733, Don Rodrigo Cavallero dirige la siguiente carta al Cabildo Eclesiástico de Valverde del Camino, su patria:




“ Hermanos, amigos y señores míos, remito un corte de vestido de espolín de oro para Ntra.Sra. de la Coronada con su forro y pasamano de oro para la guarnición; porque allá se acertarán las medidas,  que de aquí pudieran ir erradas. En Madrid ( por buena mano) he mandado hacer Corona y rastrillo de oro y diamantes, y también otra pequeñita Corona de lo mismo para el Niño; con concierto de que aiga de estar éstas alajas aquí a primero de Agosto; porque deseo con ansia que en la fiesta de Agosto y en la de septiembre de éste presente año se sirva Nuestra Señora de éste mi pequeño obsequio; y quedando dhas alajas y vestido siempre al cuidado y disposición del Venerable Cavildo Eclesiástico, sirvan todos los años a las fiestas que celebran Valverde y Calañas con la unión y buena correspondencia de dos pueblos tan hermosos, tan vecinos, tan amigos y tan parientes....

Sevilla, 12 de junio de 1.733. Don Rodrigo Cavallero.


Don Rodrigo, Comendador y Regidor de varios Reinos de España, habla de las siguientes piezas:







CORONA DE LA VIRGEN.-  De plata sobredorada, estilo rocolla muy decadente. De tipo imperial con cuerpo inferior troncocónico en doble franja: la de abajo con anillos de círculos rehundidos, flores de pétalos espinosos y gruesas ces (adorno con forma de la letra “c”) vegetales dentelladas; la superior con flores similares de ocho pétalos que alternan con diversos motivos rocallescos.

Aureola de rayos a bisel en haces de longitud diferente, terminados a trecho en estrellitas de ocho puntas. Adornos con piedrecitas blancas talladas en seis facetas.

Por el estilo se puede considerar ésta pieza dentro del siglo XIX.

Dimensiones: 17 cms. de altura y 5,5 de base.


CORONA DEL NIÑO.- De plata sobredorada. Hace juego con la pieza anterior pero con dorado diferente, quizás por motivo de alguna restauración posterior. Tanto ésta pieza como la corona anterior fueron donación de Don Rodrigo Cavallero, para uso indistinto de Calañas y Valverde pero con la condición de que debería ser custodiada en Valverde del Camino.

Las piezas fueron rehechas en diferentes ocasiones con lo que en la actualidad poco o nada tienen que ver con las de la donación original.

Dimensiones: 10,5 cms. de altura y 4 de base.

En el mes de agosto de aquel año (1733) Don Rodrigo escribe una carta a los Sres. del Concejo y Rgto. de Calañas (AMC legajo 136) y también al Cabildo de Valverde, en los siguientes términos:

(Copia de la carta que acompañaba a las Coronas de la Virgen y del Niño) (Según Antonio Rico, aparece en el legajo de documentos número 9 y que corresponde a los años 1729-1735).

“Mi reconocido y humilde corazón quiere practicar alguna acción de gracias correspondiente a las grandes misericordias que debo a Dios por medio de la muy poderosa y piadosa intercesión de Ntra. Señora.
Nunca podré lo pagar los altos beneficios que debo a Ntro. Señor y a Ntra.Señora, y solo en reconocimiento he remitido un vestido de espolín de oro a Ntra. Señora de la Coronada a fin de que le empiece a servir en su fiesta de éste año, y para el mismo efecto remito ahora una corona de oro con veinticinco diamantes, u rostrillo con ocho, y otra pequeña corona para el niño, con nueve, para que en sus festividades de agosto y septiembre y en las ocasiones que la llevaren en procesión a Valverde, Calañas o Veas, pueda ir adornada con éstas alhajas.
            Lo que dispongo para la seguridad de dichas alhajas, a fin de que no peligren en despoblado, es que los señores capitulares de los dos Cavildos de la villa de Valverde del Camino ( mi amada patria) destinados al gobierno y administración de el Monte de Piedad, conserven en dicho Monte las referidas alhajas, y que con su disposición y seguridad, se entreguen todos los años para que sirvan a Ntra. Señora en las fiestas que le celebran Valverde y Calañas, y lo mismo se practique en aquellos casos que en rogativas se llevare a Valverde, Calañas o Veas, y concluidas las funciones tendrán cuidado los dichos señores diputados del Monte de Piedad de Valverde volverlas a recoger y guardar en dicho Monte, suplicando, como suplico, a los Cavildos Eclesiásticos y Seculares de Valverde, Calañas y Veas, se sirvan tener cuidado en dichas festividades o rogativas de pedir por mi a Ntra. Señora, para que interceda con Ntro, Señor por el perdón de mis pecados.
Sevilla a, 11 de agosto de 1.733. Don Rodrigo Cavallero y LLanez.


En el año 2002, cuando tuve el honor de ser Hermano Mayor de la Hermandad de la Virgen de la Coronada, establecimos con la Hermandad de la Virgen del Reposo, entre otras, una excelente relación. De ella nace la posibilidad de que pudiésemos mantener un encuentro con el párroco (creo recordar que se llamaba Do José) actual y hablar sobre el particular. El encuentro resultó de lo más cordial y tuvimos la ocasión de tener en nuestras manos las Coronas referidas.

 




En el mes de abril de 2012, en el Blog Historia de Valverde, Don Juan Carlos Sánchez Corralejo publica una artículo de Don Manuel Bermejo Medina titulado " Ntra.Sra. de Coronada: Dos coronas conflictivas", término último que no comparto, ya que a pesar del tiempo transcurrido nunca fueron motivo de "conflicto", sin embargo lo encuentro muy interesante por los datos que en el mismo se aportan.



 CALAÑAS, 2018

lunes, 11 de junio de 2018

La Hermandad de la Santa Veracruz (1588)



Tomando como base el trabajo realizado por Doña Victoria Eugenia Corbacho González y Doña María Coronada Pérez Gómez, ambas de la Universidad de Huelva, y publicado en EREBEA, Revista de Humanidades y Ciencias Sociales número 1 (2011) pp. 357-396, ISSN: 0214-0691, titulado:


PIEDADES PROYECTADAS Y DEVOCIONES VIVIDAS: COFRADÍAS Y HERMANDADES EN LA VICARÍA DE LA PUEBLA DE GUZMAN (SIGLOS XVI-XVIII) 


me dispongo a hacer una síntesis relativa a la citada Hermandad y todos aquellos datos que pueda encontrar sobre sus orígenes, funcionamiento, años de vida, etc. con la única finalidad de abundar en el conocimiento sobre la historia de nuestro pueblo, Calañas.


Las cofradías religiosas surgen en la Edad Media " como un instrumento en la lucha contra la herejía y un intento de uniformizar el culto en torno a unas devociones concretas" (Mantecón Movellán), sin embargo el Concilio de Trento predica que esas sean reorientadas hacia el control de la vida religiosa y moral de la feligresía. Así la religiosidad estaba controlada a través de las Hermandades.


En 1714, tenemos las palabras que sobre Calañas escribió un Visitador (eran auditores que controlaban las cuentas y emitían informes de los clérigos) : "...por éste escrutinio he sabido que la gente de éste pueblo es especialmente inclinada a la Yglesia, muy fomentadora de las cofradías, a cuyas expensas se repiten muchas fiestas, en el discurso del año, al Santísimo Sacramento y a Nuestra Señora, y se hacen muchos sufragios por las ánimas..."


La Vicaría de Puebla de Guzmán (comprendía 8 villas: Puebla de Guzmán, Calañas, Alosno, Cabezas Rubias, Paymogo, Villanueva de las Cruces, El Almendro y Santa Bárbara) entre mediados del siglo XVII y mediados del XVIII llegó a tener 43 hermandades, que elegían como sedes las propias Iglesias parroquiales, salvo algunas como las de El Almendro, Puebla de Guzmán o Calañas que estaban asentadas en sendas ermitas. 


Una de las fechas más tempranas conocidas es 1557, año en el que datan los capítulos de la Regla de la Hermandad del Santísimo Sacramento de Calañas. Pocos años más tarde, 1574, se reunía el Cabildo de la Hermandad de la Santa Vera Cruz para añadir y moderar algunos capítulos de su Regla, sacada de la cofradía de Sevilla. De éstas Reglas, podemos saber y así se cita en su capítulo 1º, " de las muchas cofradías más antiguas" que existían en el pueblo.

 


 A lo largo del siglo XVI, se fueron sumando Hermandades en cada pueblo de la Vicaría, como fueron Santísimo Sacramento, Vera Cruz y Misericordia en Alosno, Nuestra Señora del Rosario y Nuestra Señora del Carmen en Calañas, la Santísima Caridad de Puebla de Guzmán, etc. Por las mismas fechas, a éstas Hermandades Sacramentales, comienzan a añadirse Hermandades de Gloria, que se ocupaban más de otras prácticas piadosas y culturales que se distribuían a lo largo del calendario religioso. Entre éstas destaca la profesada hacia las Ánimas Benditas del Purgatorio (también hubo una en Calañas), siendo un claro ejemplo de la preocupación existente en la salvación de las almas.

El deseo de la institución eclesiástica de la época era extender el culto a María, por lo que la devoción mariana comienza a manifestarse debido a la abundancia de festividades en su honor a lo largo del año religioso y que por su carácter cercano y de intercesora, satisface las necesidades de los feligreses. Tres fueron las advocaciones elegidas para congregarse entorno a ellas: Nuestra Señora del Carmen en Calañas, Nuestra Señora del Socorro en Puebla de Guzmán y Nuestra Señora del Rosario (de ésta advocación hubo en todos los pueblos excepto en El Almendro y Paymogo). En relación con las Hermandades del Rosario, un Visitador dijo de Calañas: " está muy arraigada y extendida la devoción del Rosario, pues de muchos años a ésta parte sale dos veces todos los días por las calles, al amanecer y al anochecer, sin que en él se padezca mezcla de mujeres, quienes lo rezan trodas las noches en la Yglesia." También se decía de los curas de Calañas Don José García Bernal y Don Juan Alonso Delgado Charneca, que: " eran virtuosos, inclinados a su Yglesia, vías sacra y Rosario",  así como del capellán Rodrigo Vélez Jurado decía que "llevaba una vida escandalosa y omitía el rezo del Rosario".


Según relata Antonio Claret García Martínez en un artículo de ABC de 1992, las cofradías de la Vera Cruz obtenían sus ingresos de diversas fuentes: las limosnas (era la fuente más estacada), los tributos, los bienes propios (inmuebles y animales) (en Calañas, en 1725 aparecían los ingresos anuales de una casa por 639 reales y 29 del arrendamiento temporal de 17 colmenas) y otras entradas (alquileres de cirios, túnicas, etc.) cerrando así el concepto de ingresos.  Estos ingresos condicionaban las actividades culturales y benéficas de la Hermandad, ya que sus principales fines eran la asistencia y el culto principalmente.

 

(La foto anterior corresponde a una pasta dura que contiene en una bolsa interior de papel la Regla de la Hermandad y Cofradía de la Santa Veracruz de Calañas, Regla que se
encontraba suelta en el armario que en la Sacristía sirve de Archivo Parroquial, y al ver su estado, decidí realizar la operación citada, con permiso del sacerdote para su mejor conservación)

Las actividades de culto de la Hermandad se centraban en la Semana Santa y el Día de la Invención de la Cruz (3 de mayo). Dentro de las actividades asistenciales estaban los repartos de subsidios y viandas a los pobres.

En la Hermandad de la Vera Cruz de Calañas, existían dos clases de cofrades: Hermanos de luz (Capítulo III de la Regla) y Hermanos de sangre (Capítulo IV de la Regla)








Nuestra Hermandad dedica seis Capítulos de sus Reglas para sistematizar todo lo relativo a los cofrades de sangre y sus salidas procesionales.  



 Documentos que se encuentran en el Archivo Parroquial:




CALAÑAS, 2018