En la Revista de la
Virgen de la Coronada del año 2003, se publicó un artículo cuyo autor, Don
Manuel Sánchez Pérez titula " Fuente León en Calañas".
Aprovecho dicho texto,
ampliado, para difundir su información y con la única idea de que podamos
ampliar nuestros conocimientos a cerca de los lugares, los edificios o las
zonas que forman parte de nuestro entorno y de las que muchos de nosotros
carecemos de datos sobre ellas.
Según Romero Mantero,
data del siglo XVIII, ya en 1777, siendo alcaldes Don Juan Gómez Casto y Don
Andrés Pérez Bartolo, aparece en una relación que se manda hacer al Maestro
alarife Domingo de Chaves (titular de los Reales Alcázares de Sevilla) y donde se
hace la denominación de algunas de las fuentes que había en Calañas: La Fuente García, ubicada al final de
la Calle El Rincón, La Fuente Bermeja, situada
al final de las calles Mesón y Quemada, la
Fuente del Lavadero, en la huerta de La Pava y la Fuente del Pinar, en la umbría del Morante.
La Fuente León tiene un fuerte manantial,
inagotable podríamos decir. En un tiempo, antes de su construcción actual, se hizo un pocito en superficie con poca
profundidad y para que se pudiesen llenar con vasijas los cántaros y cubos,
pero sucedió la desgracia de que se produjo en él, el ahogamiento de una niña.
Según datos del
Archivo Municipal de Calañas, legajo 317 (Presupuesto Municipal adicional años
1886-1887 del Ayuntamiento) y legajo 386
(Proyecto de ampliación y reforma de la Fuente Bermeja en junio de 1886), se
inició dicho expediente por el arquitecto Don José Gallego Díaz (sevillano y autor
del proyecto de la Biblioteca del Archivo Municipal de Sevilla) siendo Alcalde
Don Bartolomé Vélez Ramírez.
La fuente tiene diez
metros de anchura por cinco de altura, con una media circunferencia compuesta
por once gradas que nos llevan hasta donde se encuentran los dos grifos de
suministro. Se dice que la cruz de hierro que vemos en la parte superior de la
fuente, se colocó en memoria del accidente ocurrido años atrás.
En época reciente,
finales de los años sesenta sobre todo, era lugar de reunión de la juventud
donde se compartía guitarra y aguardiente. Desgraciadamente, el vandalismo ha
destrozado parte de su primitiva construcción y sus grifos son arrancados cada
vez que han sido sustituidos.
El patrimonio de los
pueblos, el que se posea, debe ser respetado y conservado, dado su
insustituible valor histórico.
CALAÑAS, 2017
Bonito comentario de las fuentes de mi pueblo. Gracias amigo. Saludos.
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