En el actual Reglamento de Régimen Interno de la Hermandad de nuestra Patrona, la Santísima Virgen de la Coronada, aprobado en el mes de febrero del año 2004, se recoge lo siguiente:
TÍTULO I . ACTOS Y CELEBRACIONES ANUALES
Artículo 1.-
1.1 La Póstula
Desde los
primeros tiempos de existencia de las Hermandades de Nuestra Patrona, y según
la tradición oral, se tiene conocimiento que al menos una vez al año, y
coincidiendo con la festividad de San Miguel, por ser la fecha en que ya se
habían recolectado los productos agropecuarios propios de la localidad, se
realizaba “La Póstula de la Virgen”.
La Póstula, sinónimo de Postulación, significa “pedir,
especialmente por la calle, en una colecta”.
“Durante muchos años, ésta práctica estuvo olvidada, pero
en el año 1.950 volvió a aparecer en las calles de Calañas, siendo Hermano
Mayor don Cristóbal Baquero Romero, recorriendo todo el pueblo, con el Cura, el
Alcalde y Hermanos de la Virgen, recogiendo de las casas limosnas y trigo que
era colocado en las alforjas de un pequeño borriquillo”.
Esta práctica continúa
realizándose una vez cada año por las Hermandades. La
fecha elegida suele variar dependiendo de las vicisitudes y climatología del
momento, pero siempre se procura llevarla a cabo durante el mes de octubre.
Se
fija un recorrido previo por todo el pueblo y se visita cada casa solicitando
el donativo correspondiente.
Haciendo un poco de historia, según Tejada Romero, no hay referencia alguna a la fecha del acto de la Póstula, aunque sí existen anotaciones relativas a la misma en los años 1754 y 1764, siendo en el preámbulo que se hace al protocolo del año 1789 donde se llama por primera vez con el nombre actual:
" .......determinaron hacer nuevo Inventario de todos los bienes que tuviese el Hermano Mayor existentes en su poder y lo que estuvieren en poder del ermitaño, se hagan saber estos el día quince de agosto de cada año y los de otros el día que se determinare el Cabildo, pedir la Póstula para rebajar los inútiles y apuntar los útiles de nuevo que se hicieren, con la condición de que el Hermano Mayor a de ser responsable a pagar todos y cada uno de por sí..."
En años sucesivos (1787, 1802 ) se sigue hablando de la Póstula en distintos escritos y por distintos motivos.
En una Revista de la Virgen de los años 50, Doña Concepción Conde derramaba unas preciosas letras en un artículo titulado "La Póstula", donde entre otras cosas decía:
"La Póstula" recorrió las calles, limpia y sencillamente, como si no hubiera pasado el tiempo, como si éstos días nuestros fueran los mismos que se fueron a formar en la fila interminable de los siglos pasados. Pasó con esa ingenuidad serena que tienen casi todas estas viejas tradiciones de los pueblos humildes, y el señor Cura y el Alcalde con Hermanos de la Virgen, recogían de las casas las limosnas, con un no se qué de rito solemne.
En nuestras fechas más cercanas y por los distintos Cabildos se ha mantenido la tradición de hacer la Póstula sin que faltara el borriquillo con sus alforjas, el tamboril, los miembros del mismo, la Galana y damas, por las calles de Calañas.
Hoy, día 10 de octubre de 2020, con la Póstula, hemos rememorado un año más aquellas fechas de antaño.
CALAÑAS, 2020
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