Aprovechando las obras de restauración que se están llevando a cabo en nuestra Iglesia desde hace unos meses, muchas personas estamos aprendiendo cosas relativas a fechas, datos, personajes, constructores, etc. que a lo largo de su historia han intervenido en las distintas facetas por las que la misma ha tenido que pasar, bien por circunstancias sobrevenidas o simplemente por el paso del tiempo. También, no quiero dejar de comentar, que las opiniones sobre el aspecto exterior que se nos presenta son variopintas, porque en la mayoría de los casos nos resulta difícil asimilar a quienes hemos nacido y vivido durante años con la anterior imagen de manganeso y ladrillo, el enfoscado que está siendo aplicado, de momento, nos parece un poco extraño.
¿Quién no ha oído hablar de que los taludes que servían de relleno a los contrafuertes que circundaban la Iglesia habían sido hechos con idea de que esos huecos no fuesen utilizados como urinarios públicos ?. Nada más lejos de la realidad. En uno de los informes técnicos que elabora el arquitecto encargado de ésta restauración hace constar que " en 1808 se construyen unos taludes entre los contrafuertes, con fábricas de piedra y ladrillo rellenos de tierra, para evitar acumulación de aguas " . Efectivamente, consultado un Análisis Grafico-Arquitectónico sobre la Iglesia de Santa María de Gracia que obra en mi poder, dentro del apartado "Obras de Santiago de LLosa y Francisco del Valle en las cubiertas, de 1790 a 1809", podemos leer:
" ......la obra de la torre queda terminada, con su
aguja nueva, alicatada de cerámica vidriada, y reparadas sus comisas y
molduras; se han repellado sus desconchados, y ha sido blanqueada de arriba
abajo. También se ha blanqueado toda la iglesia, tanto por dentro como por
fuera. Queda hecha la obra del presbiterio, con tres gradas nuevas de azulejos
y su solería. Se han reparado los desperfectos de la solería de la iglesia. Y,
por lo que se refiere a las dependencias auxiliares, queda dicho la terminación
de las obras de los comunes, tránsito y cuarto taller. Finalmente, indica que
se rellene en talud los espacios exteriores que median entre los contrafuertes,
para evitar el estancamiento de las aguas y sus consiguientes humedades. Por
último, aconseja se remiende la solería del porche de los pies.
De esas últimas obras dio cuenta el
albañil y oficial mayor de las obras de la iglesia, Domingo Gómez Macías,
vecino de Calañas, el 15 de abril de 1809, por un importe de 1.716 reales y
medio.
Las obras quedaron oficialmente
aprobadas por el Provisor y Vicario General, Joaquín María Torres, con el
consentimiento del Deán y Cabildo de la Catedral hispalense, el 19 de julio de
1809.
Y para mayor constancia, vemos hoy
grabada, en el friso de las portadas meridional y septentrional, la
inscripción: «ANO DEL SEÑOR 1808» ".
lo que dá fe, no solo del porque se hicieron esos taludes, sino que el templo, tanto por dentro como por fuera fue blanqueado.
CALAÑAS, 2014
CALAÑAS, 2014
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