martes, 28 de noviembre de 2017

Mi conclusión sobre las VIII Jornadas del Andévalo

El pasado domingo, después del mediodía, tal y como estaba previsto, finalizaron las Jornadas, maravillosas Jornadas sobre el Patrimonio del Andévalo, en un acto de clausura donde se entregó el testigo al próximo pueblo que las organizará, Paymogo. Dos sabrosas calderetas de "venao" sirvieron como colofón a tres estupendos días donde se derramó cultura andevaleña y calañesa.

 

 El trabajo realizado durante muchos meses por parte del Ayuntamiento y de la Asociación Campo de Andévalo dió sus frutos y todos nos vimos recompensados con el desarrollo de unas excelentes ponencias, unas interesantes comunicaciones, unas exquisitas actuaciones musicales, unos atractivos stand y unos sabrosos dulces típicos andevaleños.
Felicidades ASOCIACIÓN, felicidades AYUNTAMIENTO.
Personalmente siento que en mi pueblo algunas manifestaciones de la cultura nos está costando digerir. Nos cuesta salir de casa. Cuando ya hemos salido nos damos cuenta que no es necesario gastar para disfrutar y compartir escenario con los demás. Algunas fases de las Jornadas estaban deseosas de público que se interesara por ellas. Una semana después, con el acto de Santa Cecilia, ha pasado lo mismo. Sin embargo, y me alegro que haya sucedido, la carrera y caminata solidaria del domingo contó con más de quinientos participantes.
Mi conclusión, es que lo que vamos dejando que pase y no lo disfrutamos, pocas veces volveremos a tenerlo a nuestro alcance.

CALAÑAS, 2017

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