Como ya vimos en las entradas de éste Blog publicadas en los últimos meses del año 2014 y primeros del 2015 tituladas "Calañas en la Guerra de la Independencia", nuestro pueblo fue invadido en varias ocasiones (Lunes Santo de 1810 y 3 de julio de 1811) por el ejército francés. En éstos saqueos dejaron vacías las arcas y graneros de la localidad (pósito y cilla), así como la importante cantidad de dinero y ganado de toda clase que hubo de aportar en ambos saqueos.
La población de Calañas como el resto de las de Andalucía, debió contribuir al mantenimiento de los soldados, tanto a los españoles como a los franceses, debido a que no existió una presencia permanente y estable de ninguna de las dos fuerzas. Aparte, hubo de acudir con los suministros que pudiera a la llamada de socorro de otras poblaciones, sobre todo de Zalamea la Real (2/4/1810: siete fanegas de garbanzos, cuatro arrobas y media de patatas y diez de frijones) (Gómez del Valle. Andalucía durante la ocupación francesa-1810/1812) . Además de esas aportaciones, la mayoría de los pueblos por los que pasó el ejército francés se vio saqueado de igual forma que Calañas, por lo que a la hora de tener que hacer frente al pago de sus impuestos y contribuciones les resultaba imposible hacerlo. Esto da lugar a que la Regencia del Reino (era el Consejo que reinaba en España desde 1810 en nombre del Rey Fernando VII y que fue creado en Cádiz) sirviéndose de la Secretaría del Despacho de Hacienda para publicar un Decreto expedido por las Cortes Generales y extraordinarias por el que " todos aquellos pueblos que han estado invadidos por los franceses sean declarados libres de del pago de contribuciones adeudadas al Gobierno legítimo por todo el tiempo que hayan sufrido la dominación del enemigo".
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