lunes, 11 de junio de 2018

La Hermandad de la Santa Veracruz (1588)



Tomando como base el trabajo realizado por Doña Victoria Eugenia Corbacho González y Doña María Coronada Pérez Gómez, ambas de la Universidad de Huelva, y publicado en EREBEA, Revista de Humanidades y Ciencias Sociales número 1 (2011) pp. 357-396, ISSN: 0214-0691, titulado:


PIEDADES PROYECTADAS Y DEVOCIONES VIVIDAS: COFRADÍAS Y HERMANDADES EN LA VICARÍA DE LA PUEBLA DE GUZMAN (SIGLOS XVI-XVIII) 


me dispongo a hacer una síntesis relativa a la citada Hermandad y todos aquellos datos que pueda encontrar sobre sus orígenes, funcionamiento, años de vida, etc. con la única finalidad de abundar en el conocimiento sobre la historia de nuestro pueblo, Calañas.


Las cofradías religiosas surgen en la Edad Media " como un instrumento en la lucha contra la herejía y un intento de uniformizar el culto en torno a unas devociones concretas" (Mantecón Movellán), sin embargo el Concilio de Trento predica que esas sean reorientadas hacia el control de la vida religiosa y moral de la feligresía. Así la religiosidad estaba controlada a través de las Hermandades.


En 1714, tenemos las palabras que sobre Calañas escribió un Visitador (eran auditores que controlaban las cuentas y emitían informes de los clérigos) : "...por éste escrutinio he sabido que la gente de éste pueblo es especialmente inclinada a la Yglesia, muy fomentadora de las cofradías, a cuyas expensas se repiten muchas fiestas, en el discurso del año, al Santísimo Sacramento y a Nuestra Señora, y se hacen muchos sufragios por las ánimas..."


La Vicaría de Puebla de Guzmán (comprendía 8 villas: Puebla de Guzmán, Calañas, Alosno, Cabezas Rubias, Paymogo, Villanueva de las Cruces, El Almendro y Santa Bárbara) entre mediados del siglo XVII y mediados del XVIII llegó a tener 43 hermandades, que elegían como sedes las propias Iglesias parroquiales, salvo algunas como las de El Almendro, Puebla de Guzmán o Calañas que estaban asentadas en sendas ermitas. 


Una de las fechas más tempranas conocidas es 1557, año en el que datan los capítulos de la Regla de la Hermandad del Santísimo Sacramento de Calañas. Pocos años más tarde, 1574, se reunía el Cabildo de la Hermandad de la Santa Vera Cruz para añadir y moderar algunos capítulos de su Regla, sacada de la cofradía de Sevilla. De éstas Reglas, podemos saber y así se cita en su capítulo 1º, " de las muchas cofradías más antiguas" que existían en el pueblo.

 


 A lo largo del siglo XVI, se fueron sumando Hermandades en cada pueblo de la Vicaría, como fueron Santísimo Sacramento, Vera Cruz y Misericordia en Alosno, Nuestra Señora del Rosario y Nuestra Señora del Carmen en Calañas, la Santísima Caridad de Puebla de Guzmán, etc. Por las mismas fechas, a éstas Hermandades Sacramentales, comienzan a añadirse Hermandades de Gloria, que se ocupaban más de otras prácticas piadosas y culturales que se distribuían a lo largo del calendario religioso. Entre éstas destaca la profesada hacia las Ánimas Benditas del Purgatorio (también hubo una en Calañas), siendo un claro ejemplo de la preocupación existente en la salvación de las almas.

El deseo de la institución eclesiástica de la época era extender el culto a María, por lo que la devoción mariana comienza a manifestarse debido a la abundancia de festividades en su honor a lo largo del año religioso y que por su carácter cercano y de intercesora, satisface las necesidades de los feligreses. Tres fueron las advocaciones elegidas para congregarse entorno a ellas: Nuestra Señora del Carmen en Calañas, Nuestra Señora del Socorro en Puebla de Guzmán y Nuestra Señora del Rosario (de ésta advocación hubo en todos los pueblos excepto en El Almendro y Paymogo). En relación con las Hermandades del Rosario, un Visitador dijo de Calañas: " está muy arraigada y extendida la devoción del Rosario, pues de muchos años a ésta parte sale dos veces todos los días por las calles, al amanecer y al anochecer, sin que en él se padezca mezcla de mujeres, quienes lo rezan trodas las noches en la Yglesia." También se decía de los curas de Calañas Don José García Bernal y Don Juan Alonso Delgado Charneca, que: " eran virtuosos, inclinados a su Yglesia, vías sacra y Rosario",  así como del capellán Rodrigo Vélez Jurado decía que "llevaba una vida escandalosa y omitía el rezo del Rosario".


Según relata Antonio Claret García Martínez en un artículo de ABC de 1992, las cofradías de la Vera Cruz obtenían sus ingresos de diversas fuentes: las limosnas (era la fuente más estacada), los tributos, los bienes propios (inmuebles y animales) (en Calañas, en 1725 aparecían los ingresos anuales de una casa por 639 reales y 29 del arrendamiento temporal de 17 colmenas) y otras entradas (alquileres de cirios, túnicas, etc.) cerrando así el concepto de ingresos.  Estos ingresos condicionaban las actividades culturales y benéficas de la Hermandad, ya que sus principales fines eran la asistencia y el culto principalmente.

 

(La foto anterior corresponde a una pasta dura que contiene en una bolsa interior de papel la Regla de la Hermandad y Cofradía de la Santa Veracruz de Calañas, Regla que se
encontraba suelta en el armario que en la Sacristía sirve de Archivo Parroquial, y al ver su estado, decidí realizar la operación citada, con permiso del sacerdote para su mejor conservación)

Las actividades de culto de la Hermandad se centraban en la Semana Santa y el Día de la Invención de la Cruz (3 de mayo). Dentro de las actividades asistenciales estaban los repartos de subsidios y viandas a los pobres.

En la Hermandad de la Vera Cruz de Calañas, existían dos clases de cofrades: Hermanos de luz (Capítulo III de la Regla) y Hermanos de sangre (Capítulo IV de la Regla)








Nuestra Hermandad dedica seis Capítulos de sus Reglas para sistematizar todo lo relativo a los cofrades de sangre y sus salidas procesionales.  



 Documentos que se encuentran en el Archivo Parroquial:




CALAÑAS, 2018



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