Tomando como base el
trabajo realizado por Doña Victoria Eugenia Corbacho González y Doña María
Coronada Pérez Gómez, ambas de la Universidad de Huelva, y publicado en EREBEA,
Revista de Humanidades y Ciencias Sociales número 1 (2011) pp. 357-396, ISSN:
0214-0691, titulado:
PIEDADES
PROYECTADAS Y DEVOCIONES VIVIDAS: COFRADÍAS Y HERMANDADES EN LA VICARÍA DE LA
PUEBLA DE GUZMAN (SIGLOS XVI-XVIII)
me dispongo a hacer una
síntesis relativa a la citada Hermandad y todos aquellos datos que pueda
encontrar sobre sus orígenes, funcionamiento, años de vida, etc. con la única
finalidad de abundar en el conocimiento sobre la historia de nuestro pueblo,
Calañas.
Las
cofradías religiosas surgen en la Edad Media " como
un instrumento en la lucha contra la herejía y un intento de uniformizar el
culto en torno a unas devociones concretas"
(Mantecón Movellán), sin embargo el Concilio de Trento predica
que esas sean reorientadas hacia el control de la vida religiosa y moral de la
feligresía. Así la religiosidad estaba controlada a través de las Hermandades.
En
1714, tenemos las palabras que sobre Calañas escribió un Visitador (eran
auditores que controlaban las cuentas y emitían informes de los clérigos) : "...por éste escrutinio he sabido que la
gente de éste pueblo es especialmente inclinada a la Yglesia, muy fomentadora
de las cofradías, a cuyas expensas se repiten muchas fiestas, en el discurso
del año, al Santísimo Sacramento y a Nuestra Señora, y se hacen muchos sufragios
por las ánimas..."
La
Vicaría de Puebla de Guzmán (comprendía 8 villas: Puebla de Guzmán, Calañas,
Alosno, Cabezas Rubias, Paymogo, Villanueva de las Cruces, El Almendro y Santa
Bárbara) entre mediados del siglo XVII y mediados del XVIII llegó a tener 43
hermandades, que elegían como sedes las propias Iglesias parroquiales, salvo
algunas como las de El Almendro, Puebla de Guzmán o Calañas que estaban
asentadas en sendas ermitas.
Una
de las fechas más tempranas conocidas es 1557, año en el que datan los
capítulos de la Regla de la Hermandad del Santísimo Sacramento de Calañas.
Pocos años más tarde, 1574, se reunía el Cabildo de la Hermandad de la Santa
Vera Cruz para añadir y moderar algunos capítulos de su Regla, sacada de la
cofradía de Sevilla. De éstas Reglas, podemos saber y así se cita en su
capítulo 1º, " de las muchas cofradías más antiguas" que
existían en el pueblo.
A lo largo del siglo XVI, se fueron sumando
Hermandades en cada pueblo de la Vicaría, como fueron Santísimo Sacramento,
Vera Cruz y Misericordia en Alosno, Nuestra Señora del Rosario y Nuestra Señora
del Carmen en Calañas, la Santísima Caridad de Puebla de Guzmán, etc. Por las
mismas fechas, a éstas Hermandades Sacramentales, comienzan a añadirse Hermandades
de Gloria, que se ocupaban más de otras prácticas piadosas y culturales que se
distribuían a lo largo del calendario religioso. Entre éstas destaca la
profesada hacia las Ánimas Benditas del Purgatorio (también hubo una en
Calañas), siendo un claro ejemplo de la preocupación existente en la salvación
de las almas.
El
deseo de la institución eclesiástica de la época era extender el culto a María,
por lo que la devoción mariana comienza a manifestarse debido a la abundancia
de festividades en su honor a lo largo del año religioso y que por su carácter
cercano y de intercesora, satisface las necesidades de los feligreses. Tres
fueron las advocaciones elegidas para congregarse entorno a ellas: Nuestra
Señora del Carmen en Calañas, Nuestra Señora del Socorro en Puebla de Guzmán y
Nuestra Señora del Rosario (de ésta advocación hubo en todos los pueblos
excepto en El Almendro y Paymogo). En relación con las
Hermandades del Rosario, un Visitador dijo de Calañas: " está muy arraigada y extendida la devoción
del Rosario, pues de muchos años a ésta parte sale dos veces todos los días por
las calles, al amanecer y al anochecer, sin que en él se padezca mezcla de
mujeres, quienes lo rezan trodas las noches en la Yglesia." También
se decía de los curas de Calañas Don José García Bernal y Don Juan Alonso
Delgado Charneca, que: "
eran virtuosos, inclinados a su Yglesia, vías sacra y Rosario", así como del capellán
Rodrigo Vélez Jurado decía que "llevaba una vida escandalosa y omitía el rezo
del Rosario".
Según
relata Antonio Claret García Martínez en un artículo de ABC de 1992, las
cofradías de la Vera Cruz obtenían sus ingresos de diversas fuentes: las limosnas (era la fuente más
estacada), los tributos, los bienes
propios (inmuebles y animales) (en Calañas, en 1725 aparecían los ingresos
anuales de una casa por 639 reales y 29 del arrendamiento temporal de 17
colmenas) y otras entradas (alquileres
de cirios, túnicas, etc.) cerrando así el concepto de ingresos. Estos ingresos condicionaban las actividades
culturales y benéficas de la Hermandad, ya que sus principales fines eran la
asistencia y el culto principalmente.
(La
foto anterior corresponde a una pasta dura que contiene en una bolsa interior
de papel la Regla de la Hermandad y Cofradía de la Santa Veracruz de Calañas,
Regla que se
Las
actividades de culto de la Hermandad se centraban en la Semana Santa y el Día
de la Invención de la Cruz (3 de mayo). Dentro de las actividades asistenciales
estaban los repartos de subsidios y viandas a los pobres.
En
la Hermandad de la Vera Cruz de Calañas, existían dos clases de cofrades: Hermanos de luz (Capítulo III de la
Regla) y Hermanos de sangre
(Capítulo IV de la Regla)
Nuestra
Hermandad dedica seis Capítulos de sus Reglas para sistematizar todo lo
relativo a los cofrades de sangre y sus salidas procesionales.
Documentos
que se encuentran en el Archivo Parroquial:
CALAÑAS, 2018
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