viernes, 28 de septiembre de 2018

El dique del Calabazar en La Torerera


De una publicación de Doña María José Sánchez Macías con fotografías de Don Juan Castilla Navas, publicada en el mes agosto de 2016, por lo interesante que puede resultar el tema al formar parte del término municipal de Calañas, hago un resumen de la misma para su difusión.
 
                                            JUAN CASTILLA NAVAS

El paraje se encuentra ubicado a poco más de 1 Km al oeste de Sotiel Coronada y ha sido lugar de ocio y recreo para muchas personas debido a su bello entorno, su gran atractivo, los valores naturales que posee y la abundante pesca, sin dejar de citar que también es lugar para baños por la claridad y frescura de sus aguas.
El Calabazar se construyó a principios del siglo XX debido a las necesidades de agua del yacimiento minero de Sotiel Coronada. La mayor, por no decir única fuente de riqueza de las poblaciones del Andévalo y la Cuenca, ha sido y son sus yacimientos mineros. 


Solicitud de permiso de construcción del embalse del Calabazar al Gobierno Civil


Escritura de compra-venta de las propiedades rústicas y urbanas de Sotiel
La prohibición de Las Teleras a finales del siglo XIX hizo cambiar el método de tratamiento del mineral. Se optó por la vía húmeda: el mineral se acumulaba en terreros y se regaba con gran cantidad de agua que después pasaba a unos canaleos en los que se había introducido lingotes de hierro donde se depositaba el cobre fino en forma de cáscara. Este método demandaba gran cantidad de agua, lo que hizo que, en la mayoría de yacimientos mineros, se construyeran embalses con agua abundante para su abastecimiento y consumo. 
En un principio, Sotiel utilizaba el agua del Odiel, pero el río cada vez llegaba más contaminado por los residuos de las minas que vierten en su cabecera, por lo que su agua era inservible para sus canaleos. En 1905 la Cia. Alkali decide construir un embalse que cubra sus necesidades.
El 16 de Junio de 1905, D. Diego Iñiguez, en nombre de la Cia. Alkali, entrega en el Gobierno Civil de Huelva la solicitud para la construcción de un embalse de 50 mts. aguas abajo de la confluencia de los barrancos Calabazar y Palomarejo, a unos 2 Km al oeste de la Mina de Sotiel. Al proyecto se opuso, en un principio, José Fernández de los Reyes, empleado de Obras del Puerto de Huelva, que poseía en terrenos de la Cia. los derechos sobre los registros mineros “Virgen de los Reyes”, “Demasía Virgen de los Reyes”, “Favorita”  y “Cervantes”  que podían verse afectados por el embalse. El 07-01-1906 la Cia. Alkali y el Sr. de los Reyes llegan a un acuerdo y firman una escritura de arriendo de estos registros a la Cía. por  7.500.- ptas. En el documento se reconoce el derecho de la misma a construir el embalse en estos terrenos. Durante este año se construye el muro (de mampostería) en una pronunciada angostura. Su altura es de 19 mts y la anchura en su coronación de 54,60 mts. El fondo del embalse es de pizarra metamórfica dura y su capacidad de 1.060.940.- metros cúbicos, agua suficiente para regar las montañas de cementación y cubrir las necesidades de la mina. El presupuesto de construcción del embalse fue de 93.711.- ptas.

Dos años después (1908), ante el importante incremento de la explotación, el dique se queda pequeño, por lo que se solicita una ampliación del mismo subiendo la altura del muro 4 mts, lo que duplica la capacidad del embalse. A esta ampliación se negó el Sr. de los Reyes, presentando demanda de desahucio y anulación de la escritura de arrendamiento, solicitando una indemnización por los daños ocasionados por el embalse a sus registros mineros. A pesar de este pleito, se autorizó la ampliación basándose en que la obra es considerada de utilidad pública.
El Sr. Fernández de los Reyes y la Cia. Alkali se llevaron pleiteando durante 15 años, sobre el Calabazar con sentencias, recursos y más recursos, hasta que el 16-06-1920 la Audiencia de Sevilla dicta sentencia firme que posteriormente confirma el Tribunal Supremo, condenando a la Cia Alkali a pagar al Sr. de los Reyes una indemnización de 195.000.-ptas (el doble de lo que había costado el embalse). El duro, largo y costoso contencioso, minó la reputación de John Creswell como Director General al frente de la Compañía Alkali.

Escritura de compra-venta de las concesiones mineras de Sotiel.
Las aguas del Calabazar siguieron cubriendo las necesidades de Sotiel y la mina hasta que esta paró. En 1941, la Compañía Alkali vende a la Unión Española de Explosivos sus 15  concesiones mineras en Sotiel por 60.000.- ptas y sus 44 propiedades rústicas y urbanas por 1.124.100.- ptas. En este lote, entra el embalse del Calabazar valorado a precio de saldo en 27.000.- ptas (con esto queda dicho todo). La Unión Española de Explosivos construyó una canalización para trasvasar agua desde “las Vegas del Calabazar” hasta su embalse del Riscoso en Torerera y así cubrir las necesidades de su fábrica de Explosivos que también termino cerrando sus puertas a lo largo de los años sesenta.


 Con el paso del tiempo y las prohibiciones, se fueron acabando los baños, la pesca, las acampadas, etc. quedando tan precioso y útil paraje abandonado a su suerte, a pesar de algunos intentos fallidos de ser utilizado como zona de descanso. Todavía no es tarde, ya que el paraje sigue manteniendo toda su belleza natural y solo necesita una buena gestión para su aprovechamiento por parte de la ciudadanía.

CALAÑAS, 2018

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