Yo estaba seguro de que nunca defraudaríamos a las personas que confiaron en la Banda de Música de su pueblo para acompañar a la Santísima Virgen de la Coronada en su recorrido procesional del pasado domingo. También estaba seguro de que todos sus componentes, sin excepción, haríamos un trabajo serio y a conciencia, como siempre procuramos hacer cuando vestimos el uniforme de la Banda de Música de Calañas, con el añadido de que a quién llevábamos delante era nuestra Patrona y que el pueblo que nos acompañaba, como en otras ocasiones, era el nuestro, nuestros padres, nuestra familia, nuestros amigos...era sin duda nuestro día, el día de todos.
Al alba, se inició un recorrido dianero que fue recibido y aplaudido por todos los que sintieron la necesidad de despertar y asomarse a las ventanas sabiendo que su Banda de Música anunciaría el día más grande que celebramos en nuestro pueblo. Excelente recibimiento y exquisitos dulces en casa de la Hermana Mayor. Gracias Hermandad.
Algunos empezamos a sentir que éste domingo sería especial cuando subimos al coro de la Iglesia para cantar la misa solemne que cada año dedicamos a la Virgen. La Coral Polifónica "José Limón" de Calañas, interpretó la misa Benedicamus Domino, de Perossi. En una iglesia abarrotada pudimos disfrutar de unos momentos exquisitos de buenos acordes a cuatro voces. También me sentí orgulloso como coralista del trabajo que hicimos. Gracias Coral.
Sin apenas tiempo para cambiar de carpeta, estábamos situados en la calle Murillo para, a los sones de Hosanna in excelsis, esperar la llegada de la Virgen a la puerta de la Iglesia. Himno Nacional y Esperanza de Triana Coronada enlazados recibieron la salida con una emoción incontenible.
Recorrido procesional majestuoso y momentos que resultarán inolvidables en algunos tramos: bajada de calle La Fuente 1ª (Encarnación Coronada), Quemada (Madre Hiniesta), Calle Mesón (Triunfal), Manefique (Victoria del Polvorín), Troyano (Caridad del Guadalquivir), Troyano (Callejuela de la O), Troyano (A tí, Manué), Puerta Iglesia (Caridad del Guadalquivir), en la Iglesia (La Macarena, Salve al baratillo, Soy de Calañas).
A medida que iba trascurriendo la mañana, el disfrute era general, pero aún nos quedaban por recibir los mejores regalos que se pueden obtener, sin haberlos pedido, uno pensado y otro espontáneo. Cuando a hombros de sus costaleros la Virgen se paseaba orgullosa en el interior de la Iglesia a los sones de las dos marchas elegidas, los músicos, situados debajo del coro, vimos como nuestra Madre nos era acercada en señal de aceptación, en señal de cariño, en señal de reconocimiento, ya que el agradecimiento hacia Ella siempre debe ser el nuestro, por esos hombros que durante horas la habían disfrutado. Cada músico podrá contar su sentimiento de ese momento. He vivido, como casi todos, momentos de emoción a lo largo de mi vida, pero ese instante preciso en la Iglesia, quedará para siempre en mi corazón. Al final, pudimos obtener otra complacencia al ser los hombros de los músicos quienes hicimos la última bajada de la Virgen. Gracias Costaleros.
Es hora de disfrutar de éstos momentos tan bellos que nos proporciona nuestra Virgen, nuestra Patrona. No recuerdo otros tan intensos en muchos años como los vividos ayer dentro de la Iglesia.
A todos los que así lo sintieron, lo exteriorizaron, los disfrutaron y los transmitieron, GRACIAS DE CORAZÓN.
CALAÑAS, 2012