Sin apenas darnos cuenta, sobre todo los que estamos fuera de Calañas, los quince días que la Santísima Virgen está entre nosotros han pasado como "volando", muy rápidos díría yo. Quizás ahí radique el misterio de que nos sintamos atrapados por su presencia. El Domingo de Llevada, con todo su esplendor llamó a nuestras puertas y ahí estábamos, otro año más para acompañar a la Virgen hasta su morada a orillas del Odiel. Misa de Romeros, procesión, con visita a la Residencia Santa María de Gracia, por el recorrido habitual hasta su despedida a la entrada del pueblo a los sones del Pasodoble de Calañas. Se inicia el camino de regreso con un esplendoroso día que se nos antojaba desde su comienzo de elevadas temperaturas. En la parada de la Venta del Enterraor, primeros escarceos con las viandas y con los ánimos y fuerzas repuestos se reanuda la marcha entre cantes y vítores.
Éste día la bajada resultó más relajante que la subida del Lunes de Traída, al menos se nos permitió "pisar la raya contínua", y el trayecto se hizo más romero, sin tener que pensar en esos pequeños detalles que sin querer nos sacan del camino.
Éste año, un bonito detalle antes de llegar a Sotiel: en la parte trasera del paso, en un trayecto moderado, las portadoras fueron MUJERES. No sé si piadosas o nó, como reza en la letra de las sevillanas, pero puedo asegurar que pusieron mucho coraje y mucha fé en su empeño. Sin su permiso coloco una foto de ese bello momento, que debiera repetirse.
A media tarde llegada a las Posás y una vez organizada la comitiva por parte del Cabildo, se inicia un lento peregrinar hacía el que será final de un recorrido lleno de alegrías, de vivencias, de buenas sensaciones, que habrá de esperar un año más para que podamos repetirlo. Por fortuna, la espera no cansa ni pesa. Emocionante entrada en la ermita, como siempre. Ajustados los varales del paso de plata a los muros de la portada, pero sin apenas rozarlos, la Imagen es depositada en su nave.
Casi sin haber repuesto fuerzas, el cohete nos avisa que debe iniciarse el camino de regreso para poder cumplir con los horarios del plan romero. Ahora cambiamos las botas por las ruedas y en poco tiempo hemos consumido el trayecto de vuelta. Hoy, puedo decir que ha habido decisiones acertadas para evitar las largas colas de turismos. Sin embargo aún quedan bastantes asperezas que limar para que volvamos a tener la romería que deseamos.
Así veníamos en el tractor de la Hermandad. Las caras no denotan sino alegría por el sentimiento de haber tenido unas jornadas exentas de incidentes, pero con la certeza de que no todo está conseguido. El recorrido nada más que ha hecho empezar y se han aprendido muchas cosas.
Los sones de los pasodobles y sevillanas de la Banda del Tirachinos, acompañaron la entrada de los romeros en Calañas, donde en la Plaza de España esperaban los calañeses el tradicional paseo de caballos, tractores, charrés y algunos burrillos que finalizaron el recorrido.
CALAÑAS, 2013