Según Romero Mantero, en sus apuntes históricos A los Pies del Morante, entre los edificios de carácter público, aparecen en el siglo XVI los Pósitos o instituciones con edificios para la recogida de grano con el fin de regular el mercado fluctuante de años de abundancia y escasez, además de tener una función crediticia respecto a los préstamos de semillas en épocas de crisis o para labradores de escasa economía. Las edificaciones que contenían éstas funciones tenían, por lo general, un carácter singular, y es en el siglo XVIII cuando adquieren en Andalucía Occidental su mayor esplendor y calidad arquitectónica.
Según Pérez Morga en 1827, " los Pósitos son unos repuestos o almacenes de granos con que la previsión de los pueblos han tratado siempre de evitar el hambre en los años estériles y calamitosos ". Su fundación es muy remota, y así lo afirma Ruiz Martín (1970) indicando que se concibieron en el siglo XV y se desarrollaron en el XVI. Del primero que se tiene noticia es en Puebla de Ntra Sra de Guadalupe, fundado entre 1456 y 1462, sin embargo sería durante el reinado de Felipe II cuando se incrementa su número tanto en la modalidad de Reales y Municipales, como bajo la dirección eclesiástica (Pósitos Píos). A lo largo de los años su función se vio incrementada al ser usados también como ayuda a los labradores en la época de la sementera y la barbechera (Reglamento de 1753).
En Calañas existía el Pósito desde 1.564, según se desprende del libro de cuentas más antiguo que se encuentra en el Archivo Municipal. Las cuentas de liquidación de préstamos se hacían desde el día de Santiago (de ahí su nombre) de un año al del año siguiente. Hay en el Legajo 1027 del mismo Archivo, constancia de las obras que son necesarias realizar en el edifico del Pósito, en el año 1.722, para lo que se autoriza la venta de grano para su coste y se realiza bajo la responsabilidad del Maestro Alarife, vecino de Sevilla Juan de los Santos. En el mismo expediente consta el pago de cuarenta ducados que ha de hacerse al vecino de Cabezas Rubias Pedro Márquez “de la compra de la cassa para dicho Pósito”, dando a entender que el citado edificio aún no era propiedad de la institución municipal de Calañas.
El 25 de septiembre de 1.838 es reconocido el edificio por Don Manuel de Zayas y Rivero, profesor de Arquitectura aprobado por la Academia Nacional de San Fernando, el cual dice " que el edificio necesita con urgencia Reformar el Pavimento, formar el cuarto Escritorio y de medidas, derribar el muro de la Derecha como unas diez varas, todo el testero del Frente de la Puerta y como dos tercios del Muro de la izquierda, todo lo cual se haya desplomado y compuesto con tirantes desde el siglo anterior, y además recorrer toda la cubierta, con lo que quedará con la solidez debida y con arreglo a arte."·
CALAÑAS 2024