Nuestro patrimonio no
es demasiado extenso, pero algunas cosillas sí que tenemos, aunque al estar muy
presentes tienen que ser otras personas las que valoren y den muestras externas
de ello. Empezaremos por la Iglesia, y como nuestra parroquia lleva el nombre
de Santa María de Gracia, hablaremos un poco de la imagen que en ella se
encuentra y de la que es su Titular, presidiendo, salvo unos días al año, el
retablo obra de Don Fernando Alguacil. Con la idea de sustituir a la talla
atribuida a Pedro Roldán (1624-1699) y destruida durante la guerra civil, en agosto
del año 1949, el imaginero de Carmona Don Francisco Buiza Fernández, discípulo
de Sebastián Santos Rojas, procede a realizar la imagen de SANTA MARÍA DE GRACIA,
talla completa hecha en madera policromada y estofada. Tiene una altura de 160
cm. y viste traje blanco con estampación multicolor con flores pequeñas y manto
azul estofado en oro. Presenta en la
mano derecha una granada, símbolo de fertilidad y unidad, y en su mano
izquierda porta a Jesús Niño vestido con un paño de pureza. Una nube adornada
por querubines sirve de pedestal para la imagen, en cuya base podemos leer: “donada por don
Julián Romero Gento y su esposa doña Catalina Marianas Romero en el año MCML”
Sin movernos de la parroquia, al
fondo de la misma y debajo del coro, podemos observar un Relieve del Bautista bellísimo,
obra también del citado Francisco Buiza Fernández y que fue una de las primeras
obras salida de su gubia en el taller de su maestro Santos Rojas. Ésta obra fue
realizada en 1953 y, en principio, se hizo para formar parte del retablo mayor
de la parroquia, por eso su tamaño es menor del habitual, y que por motivos que
se desconocen, no fue incorporada al mismo. Éste maravilloso relieve fué donado a la Parroquia por los calañeses Don Juan José Romero Barranco y Doña Juan Romero Palacios, que vivían en la Calle Carlos Obligado
La escena presenta a Jesús, tapado
con un manto, que recibe el bautismo de manos de San Juan Bautista, cubierto
con gruesos ropajes de piel, completádose con dos ángeles que obervan la escena
y en la parte superior una paloma que representa al Espíritu Santo rodeada de
cabezas aladas de querubines. La iconografía de éste relieve se inspira en
obras sobre el mismo tema de Martínez Montañes o de Gregorio Fernández.
Martínez Leal indica en su libro que
con las ganancias de ésta obra, el artista hizo frente a los gastos de su boda.
CALAÑAS, 2014