El Condado de Huelva estaba formado por la unión
de una serie de territorios que se desarrollaron de forma independiente: El Antiguo
Condado de Niebla, el Campo de Tejada (dependía de Sevilla) y dos señoríos independientes
que eran Moguer y La Palma del Condado.
Los documentos que sirven como partida de nacimiento a Niebla son muy
escasos. Desde 1.239, los castillos de Alhajar y Ayamonte estuvieron en
poder de la Orden de Santiago, pasando a Castilla a partir del acuerdo con
Portugal de 1.253 y es posible que Alfonso X, en los años siguientes, asentara
ya algunos pobladores. En 1248, Fernando III toma
Sevilla y cinco años después el Rey Sabio fija el alfoz de la ciudad (término
rural geográfico que pertenece al concejo de la villa). Era tan extenso que
sus límites occidentales estaban en el Guadiana y, por el Norte, se extendían
hasta el Ardila (afluente del Guadiana, cerca de Calera de León).
Comprendía Cortegana, Almonaster, Zufre, Aracena, Aroche, Sotiel, Tejada y El
Cerro. El documento no nombra, lógicamente, ni a Zalamea ni a Calañas, entonces
simples lugares, ni tampoco a Facanías, una venta en un cruce de caminos. Sin
embargo, la mención de Sotiel revela la importancia del cenobio (monasterio
o convento donde viven en comunidad religiosos) como santuario mariano ya
en aquellas épocas. Se deduce que, siendo pioneros en la reconquista del
suroccidente peninsular los portugueses, toda la comarca que cruza el curso
medio del Odiel estuvo sometida a constantes incursiones bélicas de uno y otro
bando pues los límites aún no estaban definidos. Una vez
finalizada por Alfonso X el Sabio la conquista del sudoeste español, se
seleccionaron como cabeceras de comarca, cuatro poblaciones de la provincia de
Huelva: Ayamonte, Gibraleón, Huelva y Niebla.
En 1.251 ya aparecen en los documentos – por primera vez – de lo que se conoce
hasta el presente, nombres de los lugares del territorio. En el documento de
concesión a Sevilla – por parte de Fernando III – del Fuero de Toledo, se
citan, entre los territorios donados a la ciudad de Sevilla, El Andévalo y
Sotiel.
Pero la génesis del futuro Condado de Niebla no comenzaría hasta 1262
con la repoblación y organización del antiguo Reino de Taifa, año en que
Alfonso X organizó el Concejo Iliplense y deslinda su término quedando formado
por las poblaciones de Beas, Rociana del Condado, Trigueros, Bonares,
Villarrasa, Lucena del Puerto, Calañas, Paymogo, Portichuelo y Andévalo. Ese
mismo año, Alfonso X, dio a la villa Carta Puebla (documento en que un soberano fija las
condiciones a que han de sujetarse los habitantes de un lugar, sobre todo para
favorecer su repoblación) y el
título de Muy Leal, privilegio confirmado más tarde por Enrique II cuando
se crea el Condado de Niebla. Estos datos aparecen en copias de documentos que
se conservan en el Archivo General de Simancas, Sección de Hacienda.
En 1279, la villa de Almonaster y “el logar que dicen Calamea” pasan a formar
parte de los bienes de la mitra arzobispal mediante trueque por Cazalla. Y el
1283, los territorios del antiguo reino de Niebla, entre los que se incluye ya
Calañas, Huelva y otros del Concejo de Sevilla, son cedidos por Alfonso X a
Doña Beatriz, su hija natural y reina de Portugal. En la segunda mitad del
Siglo XIV, Calañas y Facanías pasan al poder de los Guzmanes.
En 1.369, Don Juan Alonso
Pérez de Guzmán, Señor de Sanlúcar de Barrameda, e hijo de don Alonso Pérez de
Guzmán el Bueno que había tomado partido por Enrique de Trastamara en la
anterior guerra civil, se había casado con Doña Beatriz, hija del Rey Don
Enrique II, y recibiendo como dote y en Título de Condado, la villa de Niebla y
la totalidad de sus tierras, Trigueros, Bonares, Rociana y todo el Campo de
Andévalo, en detrimento de los Caballeros de Niebla que habitaban aquellos
lugares, que se vieron obligados a emigrar a otras tierras por no querer sufrir
ser vasallos de ningún señor que no fuese el Rey de Castilla.
La donación de Niebla a Don Juan Alonso
Pérez de Guzmán, venía acompañada del título de Condal, y la anexión de un gran
señorío jurisdiccional integrado por bastantes aldeas, entre las que se
encontraba Calañas. Como los restantes lugares del condado, eran gobernados por
un cabildo, formado por dos alcaldes pedáneos, cuatro regidores y un síndico
procurador, todos sometidos al corregidor de Niebla. El duque de Medina Sidonia
percibía las rentas, y participaba en los diezmos eclesiásticos.
Concesión NIebla a Don Juan Alonso de Guzman
En 1.435, en el documento del Memorial del Pleito que
sobre la propiedad del Campo de Andévalo sostuvieron la ciudad de Sevilla y el
Conde de Niebla, se dice que es enviado el Licenciado Gonzalo Rodríguez de
Aullón por el Rey Juan II para deslindar el territorio y se dice lo siguiente:
“dentro de los límites de
éste campo de andebalo posee oy el duque de medina y su villa de niebla el
castillo de la peña alhajeque que es alfaía de la peña y en el término de él
esta poblada la alcaría de Juan Pérez que aora se llama La puebla de guzmán con
la dehessa de la cubica y posee más el castillo de sotiel (en el Cerro
de la Castillejita) en cuío termino esta el lugar de calañas con su castillo
(en el Morante) y dehessas y alcarías”.
El miércoles 22 de
noviembre de 1.435 se reúnen junto a varios testigos del lugar el licenciado
Ayllón y el escribano Fernán García en la Cabeza de Andévalo para deslindar las
tierras inmediatas que desde allí se divisaban, y a las preguntas del Licenciado,
los testigos manifestaron: “.. que las tierras que
el dicho señor conde e su mandado toman de las que allí se parecían del dicho
campo de andebalo son desde dos caveÇas que parecían a la mano izquierda
mirando el home hacia donde se parecía el agua de la mar que dicen que se
llaman caveÇas de dos hermanas (actual Morante) que son cerca de la
alcaria pinta...” Es seguro que se
trata de los picos que hoy constituyen el Morante y que estaban cerca de la Alcaria Pinta que también estaba en la limitación de Calañas,
ya que ambas están a la mano izquierda mirando desde el Cabezo de Andévalo con
frente al sur, tal como se describe.
Con
la concesión de cartas-puebla (privilegios
y ventajas que se otorgaban por los señores a quienes se instalaban en sus
términos) durante la segunda mitad del siglo XV, se produjo un cambio
sustancial ya que las casas nobiliarias llevaron a cabo de éste modo una
política de atracción de efectivos humanos a sus jurisdicciones con el fin de
explotar sus tierras. Éstos proyectos de repoblación y expansión hicieron que en
el siglo XVIII el Condado de Niebla llegara a extenderse a lo largo de las
comarcas de la Campiña, el Andévalo y la Costa, llegando a estar integrado por
21 localidades, a saber : El Almendro. Almonte, Bollullos, Beas. Aljaraque,
Alosno, Calañas, Bonares, Cabezas Rubias, Villarrasa, San Juan del Puerto,
Huelva, Niebla, Lucena del Puerto, Rociana del Condado, La Puebla de Guzmán,
Paymogo, Villanueva de las Cruces, Santa Bárbara, Valverde del Camino y
Trigueros.
A
lo largo del siglo XVI el lugar de Calañas aparece nombrado en numerosas
descripciones de territorios, en Ordenanzas, testamentos, etc.
En 1.504, en las Ordenanzas dadas por el
duque de Medina Sidonia y conde de Niebla para la gobernación de sus estados
señoriales y que fueron aplicadas en una treintena de poblaciones con una
extensión de unos 600o Km2, en la Ordenanza número 4, que habla de los
alcaldes, fortalezas y su representación, se dice: “Otro
sí, porque es menester para las dichas fortalezas y sus reparos cal y teja y
ladrillo, mando que todo el diezmo que oviere en toda mi tierra sea para las
dichas fortalezas... A la fortaleza de Calañas ha de dar el mismo lugar
y Villanueva de las Cruces.”
En 1.503 y 1.534, los padrones de riqueza vecinal nos dicen
que en Calañas había 146 vecinos (1503) y 245 vecinos (1534).
En 1.517 aparece la Descripción y Cosmografía de
España, de Hernando Colón, en la que está relacionada Calañas: “Çalamea e fasta Calañas ay tres
leguas de sierra morena agra por algunas partes e a dos leguas primeras pasamos
el dicho rrio odiel...e fasta facanyas ay cinco leguas de sierra e de
portezuelos e fasta calañas ay cinco leguas de syerras e van por
facanias cinco leguas..”
En 1.549, (Ladero Quesada, 1992) se habla del
sorprendente aumento del vecindario del Campo de Andévalo, lo que indica que la actividad ganadera creaba riqueza y trabajo: la Puebla de Guzmán y
Calañas eran las localidades principales, y su crecimiento continuaba en 1.549
(361 y 282 respectivamente).
Desde 1.564 a a 1.594 aparecen multitud de datos
relativos al lugar de Calañas, bien en legajos del Archivo Municipal de la
Villa o en Protocolos Notariales o testamentos privados.
A
finales del siglo XVII, el Condado de Niebla inicia un período de decadencia
auspiciado por el descenso de la población, los cambios políticos y sociales y
el sentimiento de independencia de las aldeas que la formaban. Con la
aprobación de la Constitución de 1812 se inicia un cambio en las mentalidades
de la época y en la administración del Estado se dan pasos hacia la
descentralización y la organización de los municipios y provincias. Con el
reinado de Fernando VII se deroga al Constitución y todo vuelve a ser como
antes, disolviendo los Ayuntamientos y restableciendo todo el sistema anterior
a la misma. Con su muerte en 1833, se crea un estado centralizado dividido en
49 provincias, entre ellas la de Huelva. A partir de ahí, Niebla inicia su
propio rumbo como municipio, al igual que sus antiguas aldeas, aunque a pesar
del cambio, perviven numerosos elementos identitarios reflejados en elementos
del patrimonio histórico y documental.
CALAÑAS 2020
32 Días desde que empezó el estado de alarma por el coronavirus.