martes, 18 de mayo de 2021

El Casino de Pablo

De un artículo de Don Jesús Conde Delgado, de recuerdos comentados por Don Juan Manuel Banda y de aportaciones particulares, quiero traer a la memoria "El Casino de Pablo" como tal y las personas que durante muchos años fueron sus verdaderos protagonistas: Francisco y Pablo (Pablito, lo llamaba Jesús Conde).

Éste casino se halla enclavado casi a la salida del pueblo, muy cerca de la estación del ferrocarril y frente a un antiguo banco de herrar y un muy antiguo pilar de agua. Durante más de ochenta años fue regenteado por los antes citados y cuando falleció Francisco, Pablo siguió con el negocio también hasta casi su fallecimiento.

 


Éste casino se hallaba siempre muy concurrido por personas de todas las clases sociales y de todas las profesiones. No estaba ubicado en el centro del pueblo como otros, pero tenía algo especial que hacía congregarse en el lugar a las gentes, atraídas quizás por sus buenos géneros y también por la calidad de su aguardiente serrano. Además del despacho de bebidas, había también tienda de comestibles y fábrica de hielo en barras.

En la época de la explotación de las minas más próximas al pueblo como "Peñas Campanas", "La Peña Gorda", " El Cabecillo", "Pancho", "La Sierpe", "Santiago", "el Asperón", "Cabeza Búa"....tuvo el casino su época más floreciente: el mineral era transportado a lomos de burros y mulos desde los yacimientos hasta la estación del ferrocarril, al igual que las piedras del Morante y otras canteras locales que también eran porteadas de igual forma, sirviendo de relleno a carreteras y vías férreas. Había en Calañas en aquellos años verdaderas recuas de burros, y su herraje pasaba por ese banco antes citado que se convertía en punto de reunión de los arrieros que a la sazón traficaban por Calañas. Mientras se hacía el herraje, se esperaba en el casino de Pablo.

En épocas anteriores, cuando la plaza de toros de Calañas situada cerca del casino estaba activa, los toreros y sus cuadrillas acudían al mismo para descansar y vestirse de luces. Por él pasaron espadas como El Espartero, El Algabeño, Emilio Bomba, El Litri, Jarama y otros.

Recuerdo nuestras aproximaciones al casino a finales de los 60, buscando un rico Martini a granel que servía Francisco en unas diminutas copitas de cristal o para comprar cigarrillos sueltos (4 Celtas cortos por una pesetas). Pablo nos ofrecía realizar el reparto de sus barras de nieve (grandes barras rectangulares) a los bares del pueblo a cambio de unas monedas o pago en especie. Todos esperábamos ver como sacaba esas barras de sus moldes de hierro, blancas y muy frías y también deseosos de que se partiera alguna para saborear esos trozos de nieve.

Eran concesionarios de bebidas diversas como lo fue la cerveza Estrella del Sur, expendedores de refrescos de fabricación local como la gaseosa La Purísima (elaborada unos locales más arriba por la familia de Dolores García Silva (la de la Cantina)).

En una azotea que vemos desde la carretera podemos observar una baranda de hierro a los que muchos de nosotros debe resultarnos muy familiar: eran las barandas del antiguo templete de la música, donde tantas horas pasábamos jugando a las cuatro esquinas y las que nos servían para subirnos cuando a finales de los 50 hacía sus conciertos la Banda Municipal.


    

Éste casino fue adquirido por la familia de Lucas Alamillo Pérez, siendo transformado en lo que hoy es el actual Bar El Pilar.


CALAÑAS, 2021

 

2 comentarios:

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